Tuesday, April 5, 2011

India - Bangalore I


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India – Bangalore I

Llegamos a Bangalore muy temprano por la mañana. El viaje en tren no estuvo tan mal; sin embargo, hubo más cucarachas que en trenes anteriores. Antes de salir de la estación, aprovechamos para comprar los boletos de tren para Hampi y Chennai. No pudimos conseguir clase con aire acondicionado, así que nos despediremos de India con tres trenes de clase sleeper.

Cogimos un tuk tuk y llamamos a los papas de Vishal para que le dieran instrucciones de cómo llegar a su casa al chofer. Nos tomó como una hora llegar cerca de su casa y al final el papa de Vishal tuvo que ir a buscarnos a una avenida porque el chofer no podía encontrar la calle.

Capitán Pradeep y Mamata Tayal, papas de Vishal, nos recibieron en su muy bonita casa, y tan pronto como entramos, nos hicieron sentir en casa. Nos mostraron donde sería nuestra habitación y desayunamos.

Este fue el primer Día de Acción de Gracias que la Flaca pasa fuera de su casa, así que nos pusimos en contacto con su familia y pudimos hablar hasta con la Abuela. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que la Flaca hablaba con ella, así que estaba muy contenta de escucharla y verla (hablamos vía Skype).

El resto del día estuvo muy tranquilo, estuvimos platicando mucho con el Capitán Tayal y la tía Mamata. Les platicamos de nuestro viaje, de los lugares donde hemos estado, cual nos ha gustado más y hacia dónde iremos después. Nos pudimos dar cuenta porque Vishal es tan buena gente; tuvo maestros muy buenos.


Por la mañana del día siguiente, la tía Mamata se llevo a la Flaca de compras, ya que quería unos aretes tradicionales hindú, más compritas…y de pasada, la llevo con una amiga que es doctora homeopática. Esto último muy bueno porque le mando unos chochitos, que esperamos funcionen para que su estomago este bien, porque India no ha sido muy bueno para ella.

Cuando regresaron, nos fuimos los cuatro a comer a un centro comercial donde podíamos probar varios platillos típicos del norte y del sur de India. Como siempre, yo acabe feliz y con panza llena; la Flaca no era tan llena porque no pudo comer muchas cosas.

El resto del día fue de siesta, de leer un poco del sureste asiático, de té, de comer más y de muchas historias del Capitán Tayal, que ha tenido y tiene una vida llena de experiencias muy interesantes.

Muy temprano por la mañana salimos con el papa de Vishal, que se iba a jugar golf, y nos hizo favor de dejarnos en la iglesia de la Santísima Trinidad, punto de reunión del tour de Bangalore que decidimos hacer.

Cuando nos bajamos del coche, estábamos un poco sacados de onda; la avenida MG (Mahatma Gandhi) no parecía nada turística, por lo que no entendíamos bien como iba ser el tour. Poco a poco, empezaron a llegar más participantes del tour y después el guía. A las 7:00 am empezó la explicación en las puertas de la iglesia.



El tour de tres horas fue más una interesantísima clase de historia de la ciudad. El guía nos platicó como por muchas casualidades del destino, se fundó la ciudad y fue tomando más y más importancia en India. Platicó de cuando fue una posición militar clave en el imperio británico, donde el mismo Winston Churchill residió muchos años, hasta que se convirtió en la capital tecnológica de India.

Al ir caminando, escuchando la historia y viendo los edificios que rodean la avenida MG, fuimos entendiendo la importancia de esta avenida. Vimos construcciones que datan del siglo XVII, incluyendo la primera central eléctrica, otra iglesia y muchas residencias.

Al final, desde las alturas del restaurante Ebony donde terminó el tour con un brunch de comida tradicional del sur de India, concluimos que nuestra perspectiva de la ciudad había cambiado totalmente. La apreciábamos más y entendimos porque dentro de los participantes del tour había turistas y muchos residentes de Bangalore. La levantada temprano había valido la pena. (www.bangalorewalks.com)


Ya con el espíritu de turistas renovado después de un par de días de relajamiento y tranquilidad, decidimos seguir conociendo un poco más de la ciudad y nos fuimos a el parque Lalbagh, que es como un jardín botánico. Nos adentramos en el parque y vimos el lago y varios jardines; quedamos sorprendidos por las condiciones en que estaba, limpio y bien cuidado.



El calor estaba acabando con nuestras fuerzas, así que decidimos regresar a casa de los tíos Vishal, no sin antes pasar unos 30 minutos tratando de averiguar en qué dirección coger el colectivo; unos decían en una esquina y otros en otra. Una vez en casa, la tía Mamata se encargo de renovar nuestras energías con toda su deliciosa comida.

Al día siguiente volvimos a tomar las cosas con calma, comimos mucho y muy rico e hicimos algunas compras de cosas que a lo mejor no encontramos en el sureste asiático como mantequilla de cacahuate. Arreglamos nuestras cosas y cogimos el colectivo a la estación del tren. No nos despedimos totalmente de los tíos porque después de Hampi, regresaremos a Bangalore por medio día más.



India – Bangalore I

We arrived to Bangalore very early in the morning. The trip on the train was not that bad; however, there were more cockroaches than on previous trains. Before leaving the station, we took advantage of the opportunity to buy the train tickets for Hampi and Chennai. We couldn’t get AC class, so we would say goodbye to India with three train rides in Sleeper class.

We hired a tuk tuk and called Vishal’s parents so they could give instructions regarding how to get to their house to the driver. It took us about an hour to arrive near their house and in the end, Vishal’s dad had to come and find us on the main road because the driver couldn’t find the street.

Captain Pradeep and Mamata Tayal, Vishal’s parents, welcomed us into their very pretty home, and as soon as we entered, they made us feel at home. They showed us where our room would be and we ate breakfast.

This was the first Thanksgiving that la Flaca has spent away from home, so we got in contact with her family and talked to everyone, even her grandmother. A lot of time had passed since the last time la Flaca spoke with her, so she was very happy to hear her and see her (we talked via Skype).

The rest of the day was very relaxing, we were chatting a lot with Captain Tayal and Auntie Mamata. We told them about our trip, about the places we have been, which ones we liked most, and where we were going next. We could understand why Vishal is such a nice guy; he had good teachers.


In the morning the next day, Auntie Mamata took la Flaca shopping, since she wanted some traditional Indian earrings, more shopping…and on the way, she took her to a see a friend who is a homeopathic doctor. This was very good because she gave her some little pills, which we hope will work to make her stomach feel better, because India has not been very good for her.

When they came back, the four of us went to eat at the shopping center where we could try various typical dishes from the North and South of India. As always, I finished happy and with a full stomach; la Flaca was not so full because she couldn’t eat many things.

The rest of the day was for napping, reading a little about Southeast Asia, having tea, eating more and listening to may stories from Captain Tayal, who has and still has a life full of very interesting experiences.

Very early in the morning, we left the house with Vishal’s dad, who was on his way to play golf, and he did us the favor of dropping us off in front of the Holy Trinity Church, the meeting place for a tour of Bangalore on which we decided to go.

When we got out of the car, we were a little taken aback; MG Road (Mahatma Gandhi) didn’t appear at all touristy, so we weren’t sure how the tour was going to be. Little by little, more tour participants began to arrive and then the tour guide. At 7:00 am the tour began at the entrance of the church.



The three-hour tour was more like a very interesting history class about the city. The guide explained how that due to many chances of destiny, the city was founded and earned more and more importance in India. He spoke about when it was a key military base of the British Empire, where Winston Churchill himself resided for many years, until it converted into the technology capital of India.

As we walked, listening to the history and looking at the buildings that surround MG Road, we began to understand the importance of this road. We saw buildings that date back to the 17th Century, including the first electrical station, another church, and many residences.

At the end, from the height of the Ebony restaurant where the tour ended with a brunch consisting of traditional South Indian food, we concluded that our perspective of the city had completely changed. We appreciated it more and understood why among the participants on the tour there were tourists and many residents of Bangalore. Getting up early was worth it. (www.bangalorewalks.com)


Now with our tourist spirit renewed after a couple days of relaxing, we decided to continue getting to know the city a bit more and we went to Lalbagh Park, which is a botanical garden. We went into the park and saw the lake and various gardens; we were surprised by the state it was in, clean and very well kept.



The heat was beginning to wear us down, so we decided to go back to Vishal’s parents’ house, but not before spending 30 minutes trying to figure out in which direction we needed to catch the bus; some people told us on one corner and others told us on another. Once at home, Auntie Mamata took charge of renewing our energy with all of her delicious food.

The next day we returned to taking things slowly, we ate a lot and ate very well, and did some more shopping for things that we might not be able to find in Southeast Asia like peanut butter. We packed our things and took the bus to the train station. We didn’t say goodbye totally yet to our new uncle and aunt because after Hampi, we would return to Bangalore for half a day more.

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