Thursday, November 3, 2011

Vietnam - Halong Bay


(scroll down for English version)

Vietnam – Hanoi y Halong Bay

El autobús de Hue a Hanoi fue sin duda unos escalones arriba comparado con el infame autobús cebollero, pero los asientos-cama no eran tan cómodas como parecían. No había espacio para poner la mochila a excepción de entre las piernas o los pies. Justo cuando estaba a punto en quedarme dormida, el conductor encendía y se apagaba las luces. Esto sucedió a lo largo de la noche. Luego, temprano en la mañana, el conductor subió el volumen de la música. La bocina estaba justo encima de mi cabeza y no tuve pena o vergüenza de caminar hasta el frente y decirle que le bajara al volumen. Al parecer, entendía suficiente Inglés para darse cuenta de que yo no estaba muy feliz, junto con el resto de los pasajeros.

Nuestro hotel estaba a la vuelta de la esquina y al fondo de la calle de donde el autobús nos dejó en Hanoi, pero no era en absoluto lo que esperaba encontrar. Las críticas fueron excelentes para este lugar, pero ahora me doy cuenta que nuestros estándares de limpieza y las de los viajeros que hicieron las críticas son muy diferentes. Nos registramos de todos modos con la idea de cambiarnos mañana. Por ahora, sólo estábamos cansados y queríamos una ducha. Nos preparamos e hicimos un poco de investigación acerca de los cruceros en la Bahía de Halong.

Después de un tiempo investigando por internet, decidimos ir a buscar algo de comer y visitar algunas agencias de viajes recomendadas por Lonely Planet antes de reservar nada. Una de las agencias fue definitivamente fuera de nuestro rango de precios. En el camino hacia la otra, nos detuvimos en uno que tenía varios anuncios de excursiones en barco. Preguntamos todo sobre lo que habíamos leído con que debíamos tener cuidado... ¿El barco tendría 24 horas de electricidad y agua caliente? ¿El uso del kayak y el equipo estaban incluidos en el precio? ¿Cuál era el menú, podrían preparar algo debido a que no puedo comer alimentos fritos, etc? El representante de ventas nos dio todas las respuestas correctas. Los mejores y más lujosos ya estaban llenos para el Año Nuevo, por lo que hizo unas cuantas llamadas telefónicas y encontró un barco “de lujo” con disponibilidad (un paso por encima del “estándar” que vimos en las fotos que originalmente nos mostró). Después de verificar con otra agencia, volvimos a reservar con Heritage Cruise. Pasaríamos dos noches en el barco, embarcando al día siguiente, para poder pasar Año Nuevo en la bahía de Halong. Habíamos leído que sólo deberíamos pagar una parte del viaje por adelantado, ya que las compañías de turismo de Halong Bay son conocidas por la venta de una experiencia de lujo cuando en realidad lo que terminaban dándote era menos que satisfactorio. El representante de ventas no tubo ningún problema con nosotros por pagar solo la mitad por adelantado (y el resto al regreso si todo era conforme a lo que nos había vendido) y nos dio un recibo.

Nos fuimos por una taza de té, sintiéndonos bien acerca de nuestra reserva y del hecho de que habíamos hecho nuestros deberes, y luego caminamos al otro lado del lago para ver un hotel para cuando volviéramos a Hanoi. La recepcionista, Lily, era muy agradable y servicial. Teníamos una buena sensación y reservamos 2 noches a nuestro regreso. Ella nos dijo que mientras estuviéramos en Halong podíamos dejar nuestro equipaje ahí y darle un poco de ropa a lavar. Una vez que esto quedó arreglado, Juan Pablo y yo hicimos algunas compras y luego nos reunimos con Christiane y Chris para la cena.

Al día siguiente, nos levantamos temprano para dejar nuestro equipaje y lavandería con Lily y desayunar antes de las 8:30 am hora en que nos recogería el autobús que iba a llevarnos a la Bahía de Halong. Fue un poco más de 3 horas a la ciudad de Halong, con la típica parada obligatoria medio de trampa en una tienda de souvenirs / parada de baño. A nuestra llegada al puerto, nuestro guía recogió los pasaportes y los recibos. Abordamos el barco y se nos pidió que nos sentáramos a almorzar antes de registrarnos en nuestras habitaciones. Después del almuerzo, y después de que el barco se había alejado del muelle, nos dimos cuenta de por qué habían querido que comiéramos antes de registrarnos. El barco se parecía a las fotos del barco “estándar” que habíamos visto, no a las del barco “de lujo. Además, nuestra habitación estaba justo encima del motor y podíamos sentir sus vibraciones. Christiane y Chris fueron enviados a la sala de la planta baja al lado del motor, la habitación olía a gasolina. La guía les aseguró que el motor se apaga por la noche. Hicimos todo lo posible para sacudirnos de este problema y disfrutar del hermoso paisaje.



No pasó mucho tiempo antes de que nos detuviéramos en una pequeña bahía con otros barcos. Nos bajamos para visitar una cueva y luego navegamos fuera de la bahía entre decenas de islas o islotes de piedra caliza que salen del agua. En realidad, hay miles de estas islas o islotes en Halong Bay, abarcando más de 1500 kilómetros cuadrados. Había bastante bruma lo que hizo el paisaje mágico.






Llegamos a otra pequeña bahía donde muchos otros barcos se habían detenido también para que sus pasajeros hicieran kayak. 






Yo había querido hacer kayak entre las islas y en algunas de las bahías más pequeñas, pero hacía frío y viento y nos acababan de informar que el agua caliente en el barco estaba limitada a unas pocas horas al día. No habría tiempo para una ducha de agua caliente después de kayak. Christiane y Chris decidieron ir a por ello. Juan Pablo y yo fuimos a la cubierta superior para disfrutar de la puesta del sol. 





















Cuando nuestros amigos regresaron, Chris nos dijo que nuestro guía tenía solo un kayak, el cual ya estaba en uso por lo que tuvo que pedir prestado uno de otra empresa de tours. Luego preguntaron sobre chalecos salvavidas y le preguntaron, “¿No puedes nadar?” Con todos los barcos de crucero alrededor, y los islotes rocosos que nos rodea, no se sentían seguros de ir hacer kayak sin un chaleco salvavidas. Cuando le preguntaron si podían usar los chalecos salvavidas de nuestro barco, les dijeron, “No, que pasaría si se hunde el barco?”


No tengo palabras...



La cena se sirvió temprano a eso de las 6:00 pm. Había un plato con verduras que parecía seguro para comer, pero tenía chiles. Le pregunté al guía si había algunas verduras sin chile y me dijo, “Sólo hay un chile pequeño.” Clásica respuesta. Todo lo que habíamos preguntado por la agencia, y que nos habían asegurado que no sería un problema, se estaba convirtiendo en una mentira. La guía estaba, obviamente, harto de nosotros.

Después de la cena, la tripulación encendió el karaoke. Tratamos de ignorarlo y jugamos cartas, bebiendo un poco de vino de arroz y ron con coca-cola que habíamos subido, sin permiso, al barco hasta la medianoche cuando subimos a la cubierta para recibir el Año Nuevo. Las luces de todos los otros barcos crearon un ambiente festivo. Podíamos oír a otros turistas de otros barcos celebrando el Año Nuevo. El viaje hasta el momento no era para nada lo que esperábamos pero tratamos de pasarla lo mejor posible y al final la estábamos pasando bastante bien. Fue muy agradable compartir el año nuevo con nuestros nuevos amigos.



Bajamos las escaleras para encontrar que las luces estaban apagadas en el comedor y la tripulación se había ido a dormir en el suelo. No pudimos terminar nuestro juego de cartas, así que las guardamos y nos fuimos a la cama. Quedamos consternados, porque aunque el motor estaba detenido, el generador hacia un ruido casi tan fuerte. Chris se puso lívido. Tuvo una discusión con un miembro de la tripulación y despertó al guía, que después de alguna discusión fuerte, apagó el generador para que pudiéramos dormir.

Tan pronto como prendieron el motor por la mañana, nos levantamos. Después del desayuno, atracamos en la isla de Cat Ba. Nos trasladaron a otro guía y nos aseguraron que nuestros pasaportes estarían con el guía en el barco por la tarde. Después de un corto trayecto en autobús, hicimos una caminata de 2 horas a un mirador con una vista increíble de las montañas de la isla. Juan Pablo no estaba contento como de costumbre, aunque estábamos en el exterior, la caminata no era ideal con la resaca que traía.



Después de la caminata, tomamos otro autobús al otro lado de la isla para almorzar en un hotel. Teníamos grandes esperanzas, pero no era mejor que la comida en el barco. Nos dimos una vuelta caminando en busca de algunos bocadillos para llevar con nosotros en el barco, con una parada en la orilla del agua para tomar algunas fotos. Juan Pablo encontró un lugar de sándwiches y hamburguesas.



Tomamos otro autobús de vuelta al otro lado de la isla, pero nuestro barco no estaba allí. Nos subieron en otro barco que nos llevaría a donde estaba nuestro barco. Nuestro barco había regresado a la ciudad de Halong con los pasajeros que sólo habían reservado una noche en el barco y por tanto, no hacer todo el camino de regreso a la isla, eso fue lo que nos dijeron. Una vez que estábamos de regreso en nuestro barco, nos encontramos con nuestro nuevo (tercer) guía y le preguntamos si el otro guía le había dado nuestros pasaportes. Él dijo que no los tenía, que el primer guía se los había llevado de regreso a Hanoi ... 4 horas de distancia ...

... luego vinieron un par de horas de gritos ...

Al parecer, cuando el primer guía informó a la agencia que no estábamos conformes con varias cosas, la agencia solicitó los pasaportes. Esencialmente, tenían miedo de que no pagáramos la otra mitad del tour, por lo cual se habían llevado los pasaportes como seguro. El guía no entendió que lo que habían hecho era robarnos los pasaportes al llevárselos a Hanoi.

Encontramos los números de teléfono de las embajadas en nuestra Lonely Planet y Chris consiguió hablar con la embajada del Reino Unido. Su recomendación era contactar a la policía si la agencia no devolvía los pasaportes, con o sin el resto de nuestro pago. Exigimos al guía que organizara que los pasaportes fueran devueltos a la ciudad de Halong y devolvérnoslos cuando nos bajáramos del barco, pero él se negó, diciendo que no era su decisión. Juan Pablo se puso al teléfono con el jefe del guía, pero también se negó, por lo que explicó que nuestras embajadas estaban al tanto de lo que habían hecho y que íbamos a llamar a la policía si no nos devolvían los pasaportes de vuelta a nuestra llegada a Hanoi.

Frustrados, nerviosos, molestos y enojados, nos sentamos a cenar. Una vez más, solo comí arroz. La comida en el barco era una broma. Esa noche tratamos de calmarnos y escribir un poco.

A la mañana siguiente no había suficiente presión de agua para una ducha, apenas lo suficiente para lavarme la cara. Nos vestimos, desayunamos, y el barco se dirigió a la ciudad de Halong pasando por un pueblo flotante.









Esperamos casi una hora para que un minibús nos llevara a un restaurante en la ciudad de Halong para almorzar. Sólo queríamos volver a Hanoi. Después de dejar a todos los pasajeros en sus respectivos hoteles, el autobús nos llevó a la agencia de viajes donde habíamos reservado nuestro viaje. Nuestro guía nos aseguró que nos iban a dar nuestros pasaportes sin ningún problema y que él nos acompañaría; sin embargo, tan pronto como entró en la agencia, se fue. El representante de ventas que estaba allí esa noche no tenía los pasaportes por lo que llamó su jefe para que los trajera. Unos minutos más tarde, el director llegó en su moto. Nuestros pasaportes estaban en la otra oficina y nos pidió que lo siguiéramos allí. Todas las calles de esta parte de Hanoi tienen una docena de agencias de viajes, muchos de los cuales tienen el mismo nombre. Vietnam no sólo es un paraíso para los productos piratas, sino que también agencias piratas.

Una vez dentro de la oficina, el director de la agencia insistió en hablar con nosotros acerca de por qué no estábamos contentos con el tour y para que llegáramos a un acuerdo sobre el resto del dinero. Estábamos furiosos. Le dijimos que no habría ninguna negociación hasta que los pasaportes fueran devueltos. Él se negó. Chris y Juan Pablo se fueron en busca de la policía mientras Christiane y yo esperamos en la agencia con el director para asegurarnos de que no cerraran y se fueran; Christiane también tomo algunas fotos de él y de su establecimiento.

No mucho tiempo después de que los chicos se habían ido, el director sacó los pasaportes del bolsillo de su chaqueta y los agitaba a Christiane. Ella se dirigió hacia él y le exigió que se los entregara. Él todavía quería negociar, pero ella insistió en que iba a ir a cada hotel y restaurante en la ciudad y decirle a todos los turistas que nos había robado los pasaportes. No estamos seguros de lo que lo convenció, pero finalmente le dio los pasaportes a Christiane. Rápidamente los revisamos y salimos a esperar a Chris y Juan Pablo. Unos minutos más tarde, el representante de ventas vino afuera y nos señaló la dirección de la estación de policía. Cuando llegamos, los chicos estaban llenando el informe de la policía. Sabían por las sonrisas en nuestras caras que todo estaba bien después de todo.

Nos fuimos al hotel, y aunque la habitación que Lily había reservado para nosotros aún no estaba disponible, por fin tuvimos un poco de paz cuando nos pasaron a un hotel asociado. El taxi llegó para nosotros, dejamos nuestras cosas, y nos dirigimos a un restaurante de pizza/pasta cercano. Había sido un largo par de días por decir lo menos.


Vietnam – Hanoi and Halong Bay

The bus from Hue to Hanoi was definitely a few steps above the infamous onion bus, but the sleeper seats were not as comfortable as they looked.  There was no room to put your backpack except for between your legs or feet.  Just as I’d get to the point where I would begin to fall asleep, the driver would turn on and off the lights.  This proceeded throughout the night.  Then, early in the morning, the driver turned the music up.  The speaker was directly above my head and I was not ashamed or embarrassed to walk up to the front and tell him to turn it down.  It seemed he understood enough English to realize that I was not a happy camper, along with the rest of the passengers.

Our hotel was just around the corner and down the street from where the bus dropped us off in Hanoi, but it was not at all what we expected to find.  The reviews were great for this place, but now I realize our cleanliness standards and those of the travelers reviewing this place greatly differ.  We checked in anyway with the idea that we would change tomorrow.  For now, we were just tired and wanted a shower.  We got ready and did some research about cruises on Halong Bay. 

After some time searching online, we decided to go find some lunch and visit a few travel agencies recommended by Lonely Planet before booking anything.  One of the agencies was definitely out of our price range.  On the way to the other, we stopped in one that had a lot of advertisements for boat trips.  We asked all the questions regarding things we’d read we should be cautious about…Would the boat have 24-hour electricity and hot water?  Was kayaking and equipment included in the price?  What was the menu like and could they accommodate for the fact that I can’t eat fried food, etc?  The sales representative gave us all the right answers.  While the better, more luxurious boats were booked for New Year’s, she made a few more phone calls and found a “deluxe” boat with availability (one step above the “standard” photos she originally showed us).  After double-checking with another agency, we went back to book with Heritage Cruise.  We would spend two nights on the boat and would leave the following day so we could spend New Year’s Eve on Halong Bay.  We’d read that we should only pay for a portion of the trip up front as Halong Bay tour companies were known for selling you a luxury experience when in fact what you ended up with was less than satisfactory.  The sales representative had no problem with us to paying half up front and gave us a receipt.

We went for some tea, feeling good about our booking and the fact that we had done our homework, and then walked to the other side of the lake to check out a hotel for when we returned to Hanoi.  The receptionist, Lily, was very nice and helpful.  We had a good feeling and booked 2 nights for our return.  Meanwhile, she said we could leave our luggage there and give her some clothes to be washed.  Once this was all arranged, Juan Pablo and I did some shopping and then met Christiane and Chris for dinner.

We got up early the next day to leave our bags and laundry with Lily and eat breakfast before 8:30 am when the bus was going to pick us up to take us to Halong Bay.  It was a little over 3 hours to Halong City, with a stop halfway at the obligatory tourist trap souvenir shop/restroom break.  Upon arrival to the port, our guide collected our passports and receipts.  We boarded the boat and were asked to sit for lunch before checking in to our rooms.  After lunch, and after the boat had pulled away from the dock, we realized why they had wanted us to eat before checking in.  The boat resembled the “standard” photos we had seen, not those of the “deluxe” boat.  Moreover, our room was right above the engine and we could feel its vibrations.  Christiane and Chris were sent downstairs to the room next to the engine; their room smelled of petrol.  The guide assured them the motor would be turned off at night.  We tried our best to shrug it off and enjoy the beautiful scenery.




It wasn’t long before we pulled into a cove with other boats.  We got off to visit a cave and then sailed out again onto the water between dozens of limestone karsts jutting out from the water forming islands.  In reality, there are actually thousands of these karsts in Halong Bay, covering over 930 square miles.  It was quite misty which made the landscape pretty magical.






We pulled into another smaller bay where many other boats had also stopped for their passengers to kayak.  







I had wanted to kayak between the islets and into some of the smaller coves, but it was cold and windy and we’d just been informed that the hot water on the boat was limited to a few hours a day.  There wouldn’t be time for a hot shower after kayaking.  Christiane and Chris decided to go for it.  Juan Pablo and I went on the top deck to enjoy the sunset.  





















When our friends returned, Chris told us that our guide only had one kayak that was already in use so they had to borrow one from another tour company.  Then they asked about life jackets and were asked, “Can’t you swim?”  With all of the cruise boats around, and the rocky islets surrounding us, they didn’t feel safe going in without a life jacket.  When they asked to take life jackets from our cruise boat, they were told, “No, what if the boat sinks?” 

I have no words…




Dinner was served early at around 6:00 pm.  There was a dish with veggies that looked safe but it had chilies.  I asked the guide if there were any veggies without chili and he said, “There’s only a little chili.”  Classic answer.  Everything we had enquired about at the agency, and that they had reassured us would not be a problem, was turning out to be a lie.  The guide was obviously getting annoyed with us.

After dinner, the crew turned on the karaoke machine.  We tried to ignore it and played cards, drinking some rice wine and rum with coke we’d snuck onto the boat, until about midnight when we went up on the deck to ring in the New Year.  The lights from all of the other boats made for a festive backdrop.  We could hear other tourists on other boats celebrating the New Year.  The trip so far wasn’t at all what we had expected but we’d tried to make the best of it and in the end were having a pretty good time.  It was really nice to be sharing the New Year with our new friends.




We went back downstairs to find that the lights had all been turned off in the dining room and the crew had gone to sleep on the floor.  We couldn’t finish our card game so we packed up the cards and went to bed.  To our dismay, although the motor had stopped, the generator was almost just as loud.  Chris was livid.  He had an argument with a crewmember and woke up the guide, who after some strong discussion, turned off the generator so we could sleep.

As soon as the motor started in the morning, we were up.  After breakfast, we docked at Cat Ba Island.  We were transferred to another guide and assured that our passports would be with the guide on the boat that afternoon.  After a short bus ride, we went for a 2-hour hike to a beautiful viewpoint of the mountains on the island.  Juan Pablo wasn’t his usual perky self though in the outdoors; the hike was not ideal with a hangover.




After the hike, we took another bus to the other side of the island for lunch in a hotel.  We had high hopes but it was no better than the meals on the boat.  We walked around in search of some snacks to take with us on the boat, stopping at the water’s edge to snap some photos.  Juan Pablo found a place with sandwiches and burgers. 




We took another bus ride back to the other side of the island, but our boat wasn’t there.  They boarded us on another boat that would take us to where our boat was.  Our boat had returned to Halong City with the passengers who’d only booked one night on the boat and didn’t therefore make it all the way back to the island, so we were told.  Once we were back on our boat, we met our new (3rd) guide and asked him if the other guide had given him our passports.  He said he didn’t have them, that the first guide had taken them back to Hanoi…4 hours away…

...then came a couple hours of yelling…

Apparently, when the first guide informed the agency that we were unhappy about several things, the agency requested our passports.  They essentially were holding them ransom because they were afraid we weren’t going to pay for the other half of the tour.  The guide didn’t understand that what they had done was to steal our passports by taking them to Hanoi. 

We found the phone numbers to the embassies in our guidebook and Chris got through to the UK embassy.  They advised us to contact the police if the agency didn’t return our passports, with or without the rest of our payment.  We demanded that the guide arrange for our passports to be brought back to Halong City and to give them to us when we got off the boat but he refused, saying it wasn’t his decision.  Juan Pablo got on the phone with the guide’s boss but he also refused, so we explained that our embassies were aware of what they had done and that we were going to call the police if we didn’t get our passports back upon arrival in Hanoi.

Frustrated, nervous, annoyed, and angry, we sat down for dinner.  Again, I ate just rice.  The food on the boat was a joke.  That night we tried to calm down and catch up on some writing.

The next morning there wasn’t enough water pressure for a shower, barely enough to wash my face.  We got dressed, had breakfast, and the boat headed back to Halong City passing through a floating village.










We waited almost an hour for a minibus to take us to a restaurant in Halong City for lunch.  We just wanted to get back to Hanoi.  After dropping off all of the other passengers at their respective hotels, the bus took us to the travel agency where we had booked our tour.  Our guide reassured us we’d get our passports back without any problem and that he’d escort us; however, as soon as we stepped inside the agency, he slipped out.  The sales representative there that evening didn’t have our passports so he called his manager to bring them.  A few minutes later, the manager arrived on his motorbike.  Our passports were at his other office and he asked us to follow him there.  Every street in this part of Hanoi has a dozen travel agencies, many of which have the same name.  Vietnam is not only a haven for knock-off consumer products, but also knock-off agencies.

Once inside the other office, the agency manager insisted we talk to him about why we were unhappy with the tour and to come to an agreement about the rest of the money.  We were furious.  We said there would be no negotiation until our passports were returned.  He refused.  Chris and Juan Pablo left to go to the police as Christiane and I waited in the agency with the manager to ensure he wouldn’t close and take off; Christiane also snapped some photos of him and his establishment. 

Not long after the guys had left, the manager pulled our passports out of his jacket pocket and waved them at Christiane.  She marched over to him and demanded he hand them over.  He still wanted to negotiate but she insisted she was going to go to every hotel and restaurant in the city and tell all of the tourists that he had stolen our passports.  We’re not sure what convinced him, but he finally handed the passports over to Christiane.  We quickly checked them and stepped outside to wait for Chris and Juan Pablo.  A few minutes later, the sales representative came outside and pointed us in the direction of the police station.  When we arrived, the guys were filling out the police report.  They knew by the grins on our faces that everything was ok after all.

We went to the hotel, and although the room Lily had reserved for us was not yet available, we finally had some peace when she upgraded us to a partner hotel.  The taxi came for us, we left our things, and walked to a nearby pizza/pasta place for dinner.  It had been a long couple of days to say the least.