Laos – Vientiane
El autobús
nocturno a Vientiane era lo que llaman un autobús VIP, el verdadero autobús
VIP, no el autobús de la cebolla. Los asientos eran reclinables y había aire
acondicionado, pero no sé si yo lo llamaría VIP. Cuando la persona delante de ti
se echaba hacia atrás, quedaba prácticamente en tu regazo. El a/c se estuvo
encendiéndose y apagándose por lo que pasaba de caliente a frío y así durante
toda la noche. Sin embargo, me quedaría con este autobús sobre el autobús de la
cebolla cualquier día.
Fue bueno que Juan
Pablo comprara unos bocadillos porque la comida que estaba incluida en el
billete del autobús era un plato de sopa en una parada de descanso en la mitad
de la noche, en la que me quedé en el autobús para tratar de mantener caliente.
Eran alrededor
de las 5:30 am cuando llegamos a Vientiane por lo que nuestra habitación en la casa
de huéspedes no estaba lista y era demasiado temprano para ir a la embajada de
Tailandia para sacar mi visa. Por lo tanto, nos acostamos en el sofá en el
salón de la casa de huéspedes por un par de horas. Alrededor de las 8:30 am, nos
cepillamos los dientes, dejamos nuestras cosas en la recepción y caminamos hasta
un café que nos había recomendado Christiane y Chris. El desayuno estaba
delicioso. Yo le había echado el ojo a algunos de los pasteles franceses de la
vitrina así que decidimos regresar más tarde para el postre.
Después del
desayuno, caminamos a la embajada de Tailandia donde nos dirigieron al
consulado para tramitar mi visa. Yo en principio no creía que fuera necesario
una visa para Tailandia, ya que tenía entendido que con un pasaporte de EE.UU.
o español, podría estar en Tailandia durante 30 días sin una. Sin embargo, me
di cuenta que los 30 días sólo aplican si entras por vía aérea. Si llegas por
tierra, sólo se permite una estancia de 15 días. Estábamos planeando estar en
Tailandia durante 3 semanas. Estábamos teniendo problemas para encontrar el
consulado y ya eran después de las 10:00, así que empecé a estresarme. Había
leído que sólo reciben solicitudes de visa en la mañana antes de las 11:00 am. Necesitaba
entregar mi aplicación hoy para poder recogerla mañana (viernes) para poder
cruzar la frontera el domingo y coger nuestro vuelo de Udon Thani a Bangkok, y
luego otro vuelo de Bangkok a Chiang Mai. Cuando llegamos al consulado, había
filas de gente sentada esperando su turno para presentar su solicitud. La
tensión estaba subiendo. Por suerte, iban a tomar las solicitudes hasta el
mediodía. Pero, yo era el #373 y estaban empezando a atender a los 200s.
Fue alrededor
de las 11:30 am cuando llegó mi turno. Cuando me acerqué a la ventana, me
dijeron que mi pasaporte estaba lleno, así que tenía que ir a la embajada de
Estados Unidos a ponerle más páginas. Todavía tenía una página completamente en
blanco en mi pasaporte pero no tenía "visa" escrito en la parte
superior por lo que dijeron que no podían colocar la visa ahí. Esto era una
locura ... era una página en blanco en un pasaporte válido. ¿Cuál era su
problema? Tenía varias otras visas en las páginas que no decían "visa"
en la parte superior y varios sellos de entrada/salida usando páginas de “visa.”
Todas las páginas son válidas. Sin embargo, el tipo de la ventana se negó a
utilizar la última página en blanco que había dejado así que le presenté mi
pasaporte español en su lugar que tenía varias paginas de “visa” en blanco. Sin
embargo, no lo aceptó porque mi visa de Laos y el sello de entrada estaban en mi
pasaporte americano. Insistía en que mi sello de salida y de la visa de Laos
tenían que estar en el mismo pasaporte que mi visa de Tailandia, a pesar de que
reconoció que Laos y Tailandia son dos países separados (por lo que uno no
debería tener nada que ver con la otra).
Yo no tenía la
fuerza para otro argumento de inmigración, pero no tenía más remedio que seguir
adelante. Él dijo que entendía que yo era una ciudadana de España y los EE.UU.
y que los dos pasaportes eran válidos y se referían a la misma persona, pero
insistió en que sólo podía usar uno para salir de Laos y entrar en Tailandia.
La inconsistencia en la interpretación de las normas de inmigración durante las
últimas semanas ha sido muy frustrante. Estaba furiosa. Juan Pablo también,
pero estaba más tranquilo. Tratamos de hablar con otra persona, pero ella no
quiso escucharnos y nos envió de vuelta con el chico con el que ya habíamos estado
hablando. Con calma, traté de aclarar la situación de nuevo, pero ya era tarde
y no iba a cambiar de opinión y estaban cerrando las ventanas de aplicación.
Salimos, sin
otra opción, y me puse a llorar de la frustración en medio de la acera. Después
de unos minutos, recobré la compostura y nos fuimos a una cafetería cercana con
conexión Wi-Fi para hacer un poco de investigación y definir un plan de acción.
Si entraba a Tailandia el domingo por tierra, tendría 15 días, después de los
cuales necesitaría salir de Tailandia y luego volver a entrar para obtener
otros 15 días o solicitar una prórroga de estancia. Las Corridas de Visa se han
hecho muy populares en Tailandia y son bastante caras, por no hablar de que el
gobierno ha estado tratando de combatirlas en la frontera. Las extensiones no
suelen concederse a las personas que entran con los visados de exención. Si se
concede una prórroga, el tiempo máximo que tienen es de 7-10 días y debe mostrarse
la reserva de vuelo que está dentro de los 7-10 días. La prórroga tampoco nos
daría suficiente tiempo. Necesitábamos 27 días. La única otra opción era
comprar un vuelo desde Vientiane a Tailandia para que yo pudiera entrar por
aire, y me pueda quedar 30 días sin visa. Juan Pablo encontró un vuelo a $168.00
así que lo reservamos. Yo iría en avión a Bangkok desde Vientiane y Juan Pablo
cruzaría en autobús y volaría de Udon Thani a Bangkok, como habíamos previsto
inicialmente. Nos encontraríamos en el aeropuerto de Bangkok para coger nuestro
vuelo a Chiang Mai.
Ya era después
de la 1:00 pm así que fuimos a buscar algo de comer. Caminamos un rato y luego
subimos a un tuk tuk al mercado matutino, pero sólo encontramos la sección de
comida del centro comercial, el cual tenía un olor desagradable, así que
tomamos otro tuk tuk a nuestra casa de huéspedes y comimos en un pequeño café
cercano. Sólo tenían arroz frito o sopa en el menú pero ordenamos porque los
dos estábamos hambrientos, cansados y frustrados.
Fuimos a la
casa de huéspedes, nos registramos y, finalmente, nos duchamos. Todos los
monumentos en la ciudad cerraban a las 4:00 pm así que nos fuimos a dar un
paseo. Llevamos nuestra ropa a lavar y nos fuimos a pasear por el río, nos
detuvimos en la oficina de turismo para preguntar acerca de un espectáculo de
danza cultural sobre el que había leído, y luego nos dirigimos al mercado nocturno
para ver la comida. El mercado era bueno para ver, pero decidimos comer en otra
parte.
A la mañana
siguiente, comimos otro delicioso desayuno en el Croissant d'or Café y fuimos
al Museo Nacional de Historia. Hacían un gran énfasis en las guerras con los
franceses y luego los norteamericanos. Sin embargo, también había una sección
con fotos, textiles y joyas de algunas de las tribus que viven a lo largo de
Laos, incluyendo los Hmong.
Al mediodía, el
museo cerraba y como ya habíamos visto todo, nos fuimos a un restaurante al
aire libre para almorzar y para hablar por Skype con nuestros amigos, Swati y Mayhul,
en California. Ellos van a reunirse con nosotros en Koh Tao en nuestra última
semana en Tailandia y luego van a Bangkok y Camboya, así que queríamos hablar
con ellos y ayudarles con algunas preguntas.
Después del
almuerzo, tomamos un tuk tuk a That Luang, un templo y símbolo nacional de
Laos. Se trata de una gran estupa cubierta de oro, brillando en el sol. Fue
impresionante, como lo esperábamos.
Nos dimos una vuelta y luego visitamos un templo cercano que acaban de terminar.
Tomamos otro
tuk tuk hacía la réplica del Arco del Triunfo para subir a la cima para ver la
ciudad. El monumento de la guerra no es muy bonito, definitivamente no es el
Arco de Triunfo en París, pero la vista era bastante buena.
Cuando bajamos,
caminamos a través de los jardines hasta el Gong Internacional de la Paz regalado
a Laos por Indonesia, y luego comimos helado.
Hicimos nuestro
camino de regreso, al barrio cerca de la casa de huéspedes y regresamos al
restaurante con Wi-Fi para hablar por Skype con los padres de Juan Pablo. No
habíamos hablado con ellos por Skype desde Vietnam y generalmente lo hacemos
una vez por semana con cada uno de nuestros padres. Un par de aperitivos y 2
horas más tarde, nos despedimos y fuimos a cenar por otra calle cercana en un
lugar que Juan Pablo había visto durante el día.
Al día
siguiente nos dirigimos directamente a la Croissant d'or otra vez para el
desayuno. Creo que esta fue mi parte favorita de Vientiane. Después fuimos a
Wat Si Saket, el templo más antiguo de Vientiane, a ver los más de 2.000 Budas que
rodean el patio.
De ahí, caminamos
a JOMA (la panadería de la misma cadena que la que estaba en Luang Prabang) por
unos sándwiches y para hablar por Skype con mis padres. Después de ponernos al
tanto con mis padres, buscamos un lugar para alquilar una moto para poder visitar
el Buda Park, a unos 20 km fuera de la ciudad. Ya eran las 2:00 pm, así que
negociamos un precio de medio día, pero luego nos dimos cuenta de que no íbamos
a tener tiempo para ir y volver antes de que la tienda de alquiler cierre.
Desanimado, Juan Pablo se fue a hacer un pendiente y yo me fui a la casa de
huéspedes por mi diario. Nos íbamos a reunir en un restaurante para trabajar en
el blog. Yo ya había ordenado una bebida cuando Juan Pablo llegó y me dijo que
había encontrado un conductor de tuk tuk que nos llevaría de ida y vuelta por
un precio razonable. Nos subimos y estábamos en camino.
El Buda Park era un lugar extraño por decir lo menos, casi escalofriante incluso. Era un parque lleno de esculturas de piedra de Budas y dioses Hindúes. Caminábamos tratando de averiguar por cual razón existia. Al parecer, fue encargado por el yogi/sacerdote/chamán que se fusionó filosofía hindú y budista.
Esa
noche, cenamos y fuimos por nuestro último postre a Croissant d'or.
Domingo por la
mañana, Juan Pablo me acompañó al aeropuerto para asegurarse de que pudiéramos facturar
las dos mochilas conmigo. Pudimos mandarlas hasta Chang Mai. Juan Pablo y yo
nos despedimos y él regresó a la casa de huéspedes. Él iba a cruzar a Tailandia
en autobús y luego volar desde Udon Thani a Bangkok. Nos reuniríamos esta noche
en el aeropuerto de Bangkok. Es extraño pensar que este es el primer día que
nos separamos en 7 meses!
Pasé la mayor
parte del día esperando en el aeropuerto de Bangkok poniéndome al día con mi
correo electrónico, la organización de nuestro hotel en Chiang Mai, la
investigación de centros de meditación, y escribir una entrada de blog.
Alrededor de una hora y media antes de que tuviera que estar en la puerta de
nuestro vuelo a Chiang Mai, Juan Pablo me envió un correo electrónico para
decirme que su vuelo desde Udon Thani a Bangkok estaba retrazado. No estábamos
seguros de que llegaría a tiempo para lograr la conexión a Chiang Mai. Traté de
conseguir su pase de abordar cuando me registré, pero no lo permitieron a pesar
de que no iba a facturar equipaje. Tiene sentido por razones de seguridad. Le
expliqué nuestra situación a la señora del mostrador de Bangkok Airways y
alertó a los mostradores de facturación donde Juan Pablo iría y también con Air
Asia sobre su hora prevista de llegada. La
molesté un par de veces más para ver si Juan Pablo ya había aterrizado y justo
antes de que me dirigiera a la puerta, me confirmó que Juan Pablo ya tenía su
pase de abordar. Me senté en la puerta y vi abordar a todos, pero no había
señales de Juan Pablo. Me acerqué al mostrador y la señorita me informó que
Juan Pablo no había llegado todavía y me preguntó si quería abordar este vuelo
o darle mi asiento a otro pasajero. Le pregunté acerca de cambiar a otro vuelo
y me dijo que el billete no era reembolsable, así que tendría que comprar otro
vuelo. Me decidí a abordar habiendo discutido este posible escenario con Juan
Pablo, y me dijo que me llevarían al avión y me informarían si Juan Pablo iba a
llegar o no. Me subí al avión y nos fuimos sin él. Se iba a quedar en Bangkok y
yo no estaba seguro si iba a tener que pagar otro billete para mañana.
Cuando aterricé
en Chiang Mai, fui a recoger las mochilas y descubrí que mi mochila se había
extraviado. La gente de la aerolínea me dijo, después de una llamada telefónica
a Bangkok, que no estaban seguros de donde estaba. No sólo me falta mi marido,
ahora también mi mochila. Llené el papeleo necesario y uno de los chicos de la
aerolínea llamó a la casa de huéspedes para confirmar la dirección (para
entregar la mochila después). Me dijo que no tenían una habitación para mí,
aunque había hecho una reservación. Me pasó el teléfono y la mujer me dijo que
podía llevarme a un lugar cercano que tenía una habitación (pd. esto es bastante
típico en el sureste asiático).
Le pregunté a
los chicos del equipaje si me podrían ayudar a averiguar si Juan Pablo había
llegado a Bangkok. Me llevaron a la oficina de alado donde está Air Asia y las
chicas hicieron algunas llamadas telefónicas. Me confirmaron que había
aterrizado en Bangkok. No había más vuelos procedentes de Bangkok esta noche,
así que sabía que iba a llegar a Chiang Mai hasta la mañana. No estaba segura si
iba a tener acceso a Internet en el hotel, así que le pedí prestada un
ordenador para revisar si Juan Pablo me había enviado un correo electrónico
desde el aeropuerto de Bangkok. Sí me había escrito y estaría en el vuelo de
las 8:00 am. Como no sabía dónde me iba a quedar y cómo avisarle, le escribió
de nuevo para decirle que lo veía en el aeropuerto por la mañana. Con suerte,
Bangkok Airways tendría mi mochila en ese momento.
Cogí un taxi a
la casa de huéspedes y la mujer me llevó a otra en la misma calle. La habitación
era un poco más barata así que salió perfecto.
A la mañana
siguiente, cogí un taxi de regreso al aeropuerto y Juan Pablo iba caminando justo
por donde entré al edificio. Mi mochila también había llegado. El día anterior
había sido enviada a Phuket por error.
Laos – Vientiane
The night bus to Vientiane was what they called a
VIP bus, the real VIP bus, not an onion bus. The seats reclined and there was air conditioning, but I
don’t know that I’d call it VIP.
When the person in front of you leaned back, they were practically in
your lap. The a/c kept switching
on and off so it went from hot to cold and so forth throughout the night. However, I’d choose this bus over the
onion bus any day.
It was a good thing Juan Pablo bought us some
sandwiches because the meal that was included in the bus ticket was a bowl of
soup at a rest stop in the middle of the night, at which I stayed in the bus to
try to keep warm.
It was about 5:30 am when we got to Vientiane so
the guesthouse didn’t have our room ready and it was too early to go to the
Thai embassy for my visa. So, we
crashed on the couch in the guesthouse living room for a couple of hours. Around 8:30 am, we brushed our teeth,
left our things with reception, and walked down the street to a café Christiane
and Chris had told us about.
Breakfast was delicious. I
had my eye on some of the French pastries in the window so we decided we’d be
back later in the day for dessert.
After breakfast, we walked to the Thai embassy
and were then directed to the consulate to process my visa. I didn’t originally think I needed to
get a Thai visa because it was my understanding that with either a US or
Spanish passport, I could be in Thailand for 30 days without one. However, I’d since learned that the 30
days only applied if you entered by air.
If arriving by land, I’d only be permitted a 15-day stay. We were planning to be in Thailand for
3 weeks. We were having a hard
time finding the consulate and it was now after 10:00 am so I began to
stress. I’d read they only take
visa applications in the morning before 11:00 am. I needed to get my application in today so I could pick it
up tomorrow (Friday) so that we could cross the border on Sunday and catch our
flight in Udon Thani to Bangkok, then another flight from Bangkok to Chiang
Mai. When we arrived to the
consulate, there were rows of people sitting, waiting for their turn to submit
their application. The stress was
building. Luckily, they were going
to take applications until noon.
But, I was #373 and they were just starting to attend to the early 200s.
It was about 11:30 am when my number was up. When I approached the window, I was
told that my passport was full so I needed to go to the American embassy for
more pages. I still had one full
blank page left in my passport but it didn’t have “visa” written at the top so
they said they couldn’t place the visa there. This was crazy…it was a blank page in a valid passport. What was their problem? I had several other visas on pages that
didn’t note “visa” at the top and several entry/exit stamps taking up “visa”
pages. All of the pages are
valid. But, the guy at the window
refused to use the last blank page I had left so I asked to submit my Spanish
passport instead, which had several blank “visa” pages. However, he wouldn’t accept that either
because my Lao visa and entry stamp were in my American passport. He insisted that my Lao exit stamp and
visa had to be in the same passport as my Thai visa, even though he
acknowledged that Laos and Thailand are separate (so one should have nothing to
do with the other).
I didn’t have it in me for another immigration
argument but had no choice but to push forward. He said he understood that I was a citizen of both Spain and
the US and that the two passports were valid and referred to the same person,
but insisted that I could only use one to exit Laos and enter Thailand. The inconsistency of the interpretation
of the immigration rules during the last few weeks has been very
frustrating. I was furious. Juan Pablo was as well but was
remaining calmer. We tried to
speak with someone else but she would not listen and just sent us back to the
guy with which we’d already been speaking. I calmly tried to clarify the situation again but it was now
noon and he wasn’t going to change his mind and they were closing down the
application windows.
We left, with no other choice, and I broke down
crying in the middle of the sidewalk.
After a few minutes, I composed myself and we went to a nearby coffee
shop with free Wi-Fi to do some research and come up with a plan of
action. If I entered Thailand
anyway on Sunday by land, I would have 15 days. I’d either have to leave Thailand and then re-enter to get
another 15 days or apply for an extension of stay. Visa runs have become quite popular in Thailand and are
quite expensive, not to mention the government has been cracking down at the
border. Extensions are not
typically granted to people entering as visa-exempt. If an extension is
granted, the maximum time you have is 7-10 days and you must show your flight
reservation that is within those 7-10 days. That would still not give us enough time. We needed 27 days. The only other option was to buy a
flight from Vientiane into Thailand so I could enter by air, giving me 30 days
without a visa. Juan Pablo found a
flight for $168.00 so we booked it.
I’d go by plane from Vientiane to Bangkok and Juan Pablo would cross via
bus and fly from Udon Thani as originally planned. We’d meet in the airport in Bangkok to catch our flight to
Chiang Mai.
It was now after 1:00 pm so we went to find some
lunch. We walked for a while, and
then hopped in a tuk tuk to the morning market but only found the mall’s food court,
which had an unappealing smell, so we took another tuk tuk to where our
guesthouse was and ate at a small café nearby. They only had fried rice or soup on the menu but we both
were hungry, tired, and frustrated.
We went to the guesthouse, checked in, and
finally had a shower. All the
sights in town close at 4:00 pm so we just went out for a walk. We took our laundry to be washed and
walked by the river, stopped at the tourist office to ask about a cultural
performance I’d read about, and then walked to the night market to check out
the food. The market was good to
see but we decided to eat elsewhere.
The next morning, we had another yummy breakfast
at Croissant d’or Café and went to the National History Museum. There was quite a large emphasis on the
wars with the French and later the Americans. However, there was also a section with some photos,
textiles, and jewelry of some of the tribes that live throughout Laos,
including the Hmong.
By noon, the museum was closing and we’d seen
everything so we went to an outdoor restaurant for lunch and to Skype with our
friends, Swati and Mayhul, back in California. They are going to meet us in Koh Tao during our last week
and then go to Bangkok and Cambodia so we wanted to touch base with them and
answer some questions.
After lunch, we took a tuk tuk to That Luang, a
temple and national symbol of Laos.
It is a large stupa covered in gold leaf, glistening in the sun. It was impressive as expected.
We walked around it and then visited
the new temple being finished nearby.
We took another tuk tuk to the Arc de Triomphe
replica to climb to the top for a view of the city. The war memorial is not very pretty itself, definitely not
the Arc de Triomphe in Paris, but the view was pretty good.
When we went back down, we walked across the
gardens to the International Peace Gong given to Laos by Indonesia, then had
some ice-cream.
We made our way back near the guesthouse and went
back to the restaurant with Wi-Fi to Skype with Juan Pablo’s parents. We hadn’t Skyped with them since Vietnam
and we usually do so about once a week with each of our parents. A couple appetizers and 2 hours later,
we said goodbye and went for dinner down the street at a place Juan Pablo had
spotted earlier in the day.
The next day we headed straight to Croissant d’or
again for breakfast. I think this
was my favorite part of Vientiane.
We then walked to Wat Si Saket, the oldest temple in Vientiane, to see
the more than 2000 Buddhas that surround the courtyard.
From there, we walked to JOMA bakery (the same
chain that was in Luang Prabang) for sandwiches and to Skype with my
parents. After catching up a bit,
we looked for a place to rent a motorbike so we could go visit Buddha Park,
about 20 km outside of the city.
It was already 2:00 pm so we negotiated a half-day price but then
realized that we weren’t going to have time to go and come back before the
rental shop would be closing.
Bummed, Juan Pablo went to run an errand and I went to the guesthouse to
get my journal. We were going to
meet at a restaurant to work on the blog.
I had already ordered a drink when Juan Pablo arrived and told me he’d
found a tuk tuk driver that would take us there and back for a reasonable
price. We hopped in and were on
our way.
The Buddha Park was a strange place to say the
least, almost creepy even. It was
a park filled with stone sculptures of Buddhas and Hindu gods. We walked around trying to figure out
what it was all there for.
Apparently, it was commissioned by a yogi/priest/shaman who merged Hindu
and Buddhist philosophy.
That evening, we had dinner and went for our last
dessert at Croissant d’or.
Sunday morning, Juan Pablo accompanied me to the
airport to ensure we could check both backpacks with me. We were able to get them checked all
the way through to Chiang Mai.
Juan Pablo and I said goodbye and he headed back to the guesthouse. He was going to cross to Thailand by
bus and then fly from Udon Thani to Bangkok. We’d meet tonight in the Bangkok airport. It’s strange to think that this is our
first day apart in 7 months!
I spent most of the day waiting in the Bangkok
airport catching up on emails, arranging our hotel in Chiang Mai, researching
meditation centers, and writing a blog entry. About an hour and a half before I was supposed to be at the
gate for our flight to Chiang Mai, Juan Pablo emailed to tell me his flight
from Udon Thani to Bangkok was delayed.
We weren’t sure he would make the connection to Chiang Mai. I tried to get his boarding pass when I
checked in but they wouldn’t allow it even though he wouldn’t be checking any
bags. Makes sense for security
reasons. I explained our situation
to the lady at the Bangkok Airways counter and she alerted the check-in counter
where Juan Pablo would go and also checked with Air Asia about his expected
arrival time. I bugged her a few
more times to check if Juan Pablo had landed and just before I headed to the
gate, she confirmed he had checked in.
I sat at the gate and watched everyone board but there was still no sign
of Juan Pablo. I approached the
gate and the lady informed me that Juan Pablo had not yet arrived and asked me
if I wanted to go on the flight or give up my ticket. I asked about getting on another flight and she said the
ticket was non-refundable so I’d have to buy another flight. I decided to get on having discussed
this scenario with Juan Pablo, and she said I’d be taken to the plane and
informed if Juan Pablo was going to make it. I boarded the plane and we took off without him. He was going to be stuck in Bangkok and
I wasn’t sure if he was going to have to pay for another ticket for tomorrow.
When I landed in Chiang Mai, I proceeded to the
baggage claim to find out that my bag had been misplaced. The guys from the airline advised,
after a phone call to Bangkok, that they weren’t sure where my bag was. I was not only missing my husband, but
now also my bag. I filled out the
necessary paperwork and one of the guys called the guesthouse to confirm the
address (to deliver the bags later).
He told me that they didn’t have a room for me even though I’d made a
reservation. He passed me the
phone and the woman told me that she could take me to a place nearby that had a
room (p.s. this is actually quite typical in Southeast Asia).
I asked if the luggage guys could help me find
out if Juan Pablo had made it to Bangkok.
They took me next door to the Air Asia office and the girls there made
some phone calls. They confirmed
he had landed in Bangkok. There
were no more flights coming in tonight so I knew he wouldn’t be arriving to
Chiang Mai until the morning. I
wasn’t sure if I’d have internet in the hotel so I asked to borrow a computer
to check if Juan Pablo had emailed me from the Bangkok airport. He had and he’d be on the 8:00 am
flight. Since I didn’t know where
I’d be staying and how to tell him where to go, I wrote him back to say I’d
meet him at the airport in the morning.
Hopefully, Bangkok Airways would have my bag then as well.
I took a taxi to the guesthouse and the woman
there drove me up the street to another hotel. The room was a bit cheaper so it worked out.
The next morning, I took a taxi back to the
airport and Juan Pablo happened to be walking by as I entered the
building. My bag had also
arrived. It had been sent to Phuket
by mistake the day before.
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