Brazil - São Luís

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São Luís: Bumba-Meu-Boi y São João

Si en México se paralizan muchas cosas cuando juega la selección, aquí en Brasil se paraliza todo. Aquí estamos en el aeropuerto de São Luís, sin poder irnos a nuestra posada, porque como Brasil juega en 20 minutos ya los camiones no van del aeropuerto a la ciudad. Así que tenemos que esperar dos horas para que todo vuelva a la normalidad. Bueno, ni el de los helados esta en su carrito.

São Luís es una ciudad que ha sido designada como Patrimonio del Mundo. El centro mantiene su estilo colonial con calles empedradas y edificios con arquitectura de este mismo estilo (algunos renovados y otros a punto de desmoronarse). Esta localizada al noreste de Brasil, un poco al sur del ecuador. Cuenta con una gran influencia Africana, ya que millares de esclavos de aquel continente, principalmente de Benin, fueron traídos a esta región para trabajar en los campos. Esta influencia Africana, también a convertido a São Luís en la capital de reggae de Brasil.

Salimos muy temprano de Manaus en un vuelo pollero. São Luís es la cuarta de cinco deescalas que hace el vuelo antes de llegar a su destino final. Por lo que después de tres paradas y tres panes tostados con mermelada, aquí estamos, listos para celebrar los dos festivales que se llevan acabo este fin de semana.

El primero es el de Bumba-Meu-Boi (ver descripcion de festival al final de esta "blog entry") que se festeja en algunas ciudades del norte de Brasil en el mes de junio. El segundo es el de São João (San Juan) que aunque se festeja en todo Brasil, en São Luís es un festival tradicional por lo que muchos brasileños vienen al festejo.

Minutos después de haber terminado el partido de Brasil, nos subimos al camión rumbo al centro. Además de este recorrido, caminamos, con las mochilas, como 15 cuadras para llegar a la posada. No sentimos una buena vibra en la posada, pero después de que nos enseñaron tres cuartos, decidimos quedarnos. Lo que mas nos preocupaba era el ruido de los festejos, ya que esta situada justo al lado de uno de los tres escenarios donde se llevan acabo los eventos de los festivales.

Con hambre y con ganas de sacudirnos la mala vibra, salimos en busca de algún restaurante, sin saber que tipo de comida encontraremos. Sin embargo, para nuestra buena fortuna, encontramos el restaurante Dom Francisco donde nos toco ver a grupos y danzantes que iban rumbo a los escenarios designados. Al ritmo de tambores, panderos, trompetas y otros instrumentos, los danzantes avanzaban con sus trajes típicos.

Las calles adornadas con banderitas de colores estaban llenas por personas de todas las edades, que iban y venían de un escenario a otro, bailaban, comían, tomaban, en general se divertían. Nosotros también caminamos de un escenario a otro y nos sorprendíamos con los trajes, los bailes y la música, al mismo tiempo que íbamos conociendo la ciudad.

Inconcientemente esperaba que la música y los bailes fueran parecidos a lo que he escuchado y visto (no personalmente) del festival de Río. Sin embargo, tanto la música como los bailes son diferentes, se nota una mayor influencia Africana en los ritmos y en el uso de los tambores.

Al ir explorando encontramos un espacio cultural dedicado a la danza, la música y el arte, donde tuvimos la oportunidad de presenciar como bailaban el Capoeira. Este estilo, el cual combina artes marciales con danza, fue traído por los esclavos provenientes de Angola en la época colonial. Al ritmo del berimbau, principal instrumento de este estilo de música/danza, tambores, panderos y palmas, dos personas improvisan movimientos de danza y artes marciales en medio de un circulo de personas, todas esperando su turno de pasar al centro a danzar.

Así continuo lo noche hasta que el cansancio, sumado al calor y la humedad, nos gano y decidimos ir a nuestra habitación. Una vez en esta, nos dimos cuenta que no solo estaba cerca de un escenario, sino que por el volumen de la música parecía que estaba en el mismo escenario. Además, llegaba la música de un bar cercano donde estaban tocando reggae. En ese momento decidimos que mañana mismo nos cambiaríamos de posada.

7:30 am: todo en silencio con un calor de 30 grados
JP – que paso con el ventilador lo apagaste?

Jen – nooo…

JP – no me digas que se fue la luz…demonios!!!

7:45 am: se vuelve a escuchar el buzz del ventilador

Jen – ya funciona otra vez; seguro nos cambiamos de posada…

Antes de medio dia ya habiamos visitaos dos posadas. La primera estaba llena. En la segunda, Pousada Vitoria, dejamos nuestras dos mochilas chicas y ya ibamos en camino a recoger las grandes.

Una vez en la nueva posada, nos instalamos completamente y por primera vez en el viaje nos tuvimos que lavar ropa. Jen hizo la primera tanda. Juan Pablo hizo la segunda y tuvo su primera lección de lavado en portugués, ya que la señora de la casa le explico que estaba usando mucho jabón y le enseño a enjuagar.

Salimos en busca de algunos museos para aprender mas de la ciudad y la cultura local. Pero con muy mala suerte, los dos que habíamos seleccionado estaban cerrados por remodelación. Seguimos explorando la ciudad, caminando por otras calles, también adornadas con banderitas, y así llegamos a la Catedral y a otras plazas.

Por la noche regreso la fiesta - la música, los bailes y la gente. Esta noche estábamos mas preparados, ya que en la oficina de turismo, Eliza, una señora muy amable, nos marco en el programa del festival cuales eran los mejores eventos de la noche.

Selccione este link para ver un video del festival: http://www.youtube.com/watch?v=7kl_3nBDfYY

Es domingo. Juega México. Juan Pablo esta nervioso y aunque mentalmente trata de matar toda esperanza de que le ganaran a Argentina, el corazón sigue esperanzado. Vamos a esperar a las 3:30 pm (hora de São Luís), a ver que pasa.

Ayer, Eliza, de la oficina de turismo, nos recomendó un centro cultural después de que le platicamos nuestra decepción con los museos cerrados. Así que visitamos el lugar. Encontramos una exposición permanente que tenia utensilios, vasijas, canastas y trajes típicos de la época post-colonial. Además nos enseñaron unas mascaras que colocaban afuera de los pozos de agua, ya que tenían la creencia que estas purificaban el agua.

5:30 pm: el partido acabo Argentina 3 – México 1

JP – NO PUEDE SER…

JP – mendigo arbitro no vale ma…, que demonios hace Osorio en la selección si no juega nunca, Maradona es un pen…

JP – ya no quiero ir para Argentina, yo me quedo en Iguazú y nos encontramos en Chile.

Jen – ya, ándale, vamos al festival para que te alegres.

JP – NO PUEDE SER…

Jen tenia razón. Unas horas mas tarde, la música, los bailes y con una cervecita, el buen humor había regresado. Además descubrimos que con la cámara que trae Juan Pablo la gente piensa que es reportero, por lo tanto lo dejan pasar y meterse a donde están bailando para tomar fotos.

São Luís: Bumba-Meu-Boi and São João

If in Mexico many things stop when the national soccer team plays, here in Brazil, everything stops. Here we are in the airport in São Luís, unable to go to our hostel because since Brazil is playing in 20 minutes, the buses are not going to leave the airport to go to the city. So we have to wait two hours for everything to go back to normal. Not even the ice-cream man is at his cart.

São Luís is a city that has been designated a World Heritage site. The center of the city maintains its colonial style with cobblestone streets and colonial architecture (some buildings are well renovated while others are about to fall down). It’s situated in the Northeast of Brazil, a little bit below the equator. There is a strong African influence since thousands of slaves were brought from the African continent, primarily from Benin, to work on the farms. This African influence is also evident in that São Luís has become the capital of reggae in Brazil.

We left Manaus very early on a flight that has so many stops, it felt like we were on a bus in the sky. São Luís is the fourth of five stops that this flight makes before it reaches its final destination. After three stops and three pieces of toast with jelly (the snack is given on each leg of the trip whether you are a new passenger or not), here we are, ready to celebrate the two festivals that are happening here this weekend.

The first festival is Bumba-Meu-Boi (see festival description at the end of this blog entry), which is celebrated in several cities in Northern Brazil in the month of June. The second is São João (Saint John), which although is celebrated in all of Brazil, many people traditionally come to São Luís to celebrate it.

Minutes after the game ended, we got on the bus toward the city center. In addition to the bus ride, we walked about 15 blocks with our backpacks to arrive to the hostel. We didn’t get a good vibe in the hostel, but after they showed us three different rooms, we decided to stay. We were most worried about the noise from the festival because one of the three main stages was directly in front of the hostel.

Hungry and anxious to get rid of the bad vibe, we went out in search of a restaurant without knowing what kind of food we would find. However, by luck, we found a restaurant called Dom Francisco from which we were able to see various groups of dancers who were on their way to the festival stages. They walked through the streets in traditional costumes to the rhythm of tambourines, trumpets, and other instruments.

The streets, decorated with colored flags, were filled with people of all ages coming and going from one stage to another, dancing, eating, drinking, and in general having fun. We also walked from one stage to another, getting to know the city and all the different types of costumes, dances and music.

We expected the music and dancing to be similar to what we’ve heard and seen (not personally) about the carnival in Rio. However, both the music and dancing are quite different, and one can notice a major African influence in the rhythms and the use of tambourines.

By exploring, we happened upon a cultural space dedicated to dance, music, and art, where we had the opportunity to witness Capoeira. This style of dance, which is a combination of martial arts and dance, was brought to Brazil by the slaves from Angola during colonial times. In the center of a circle of people waiting their turn to join in, two people improvise a dance of martial art movements to the sound of the berimbau, the main instrument used in Capoeira, along with tambourines, singing, and clapping.

This is how the night continued until exhaustion, along with the heat and humidity, took over and we decided to go to our room. Once inside, we realized that not only were we close to a festival stage, but that the volume of the music was so loud it seemed as though we were in the middle of it. Coupled with this was reggae music from a bar not far away. In this moment, we decided that we would have to change hostels tomorrow.

7:30am: everything is silent with a heat of about 90 degrees

JP – what happened with the fan, did you turn it off?

Jen – nooo…

JP – don’t tell me the lights went out….damn!

7:45am: the buzzing sound of the fan returns

Jen – it’s working again; for sure we’re changing hostels…

Before noon, we had visited two hostels. The first was full. In the second, Pousada Vitoria, we had already left our small backpacks and were on our way to pick up the big ones.

Once we were in the new hostel, we settled in and for the first time on our trip, we washed some clothes. Jen did the first load. Juan Pablo did the second and had his first lesson about washing clothes in Portuguese, as the lady running the hostel explained to him that he was using too much soap and showed him how to rinse the clothes properly.

We went out in search of some museums to learn more about the city and local culture. But, to our misfortune, the two museums that we had selected to visit were closed for renovation. We continued to explore the city, walking through the streets, also decorated with colored flags for the festival, and we found the Cathedral and some other plazas.

At night the festivities returned - the music, the dancing, and all the people. On this night we were better prepared since the very nice woman at the tourist office, Eliza, marked the best events of the night in the festival program.

Click this link for a video of the festival http://www.youtube.com/watch?v=7kl_3nBDfYY

It’s Sunday. Mexico plays. Juan Pablo is nervous and although he tries to mentally prepare himself for a defeat by Argentina, his heart keeps hoping Mexico will win. We’re going to wait until 3:30 pm (São Luís time) to see what happens.

Yesterday, Eliza from the tourist office recommended a cultural center after we told her about our disappointment when the other museums we were going to visit were closed. So, we visited this cultural space. We found a permanent exposition that had utensils, pottery, baskets, and typical clothing from the post-colonial age. The guide there also showed us some masks that were traditionally hung above water wells that were believed to purify the water.

5:30 pm: the game ended Argentina 3 – Mexico 1

JP – IT CAN’T BE…

JP – Stupid referee doesn’t know sh…, what the hell is Osorio doing on the team if he never plays, Maradona is an as…

JP – I don’t want to go to Argentina anymore; I’ll stay in Iguazu and we’ll meet in Chile.

Jen – now, come on, let’s go to the festival so you’ll cheer up.

JP – IT CAN’T BE…

Jen was right. A few hours later, with the music, dancing, and a beer, the good mood returned. We also discovered that with the camera Juan Pablo has, people think he is a reporter so he is able to go in front of everyone and be where everyone is dancing to take photos.

Bumba-Meu-Boi

El festival tiene sus orígenes a principios del siglo XX, La historia marca 1913, como el primer año en el que se llevo acabo el festival en el pequeño pueblo de Parantins. Este pueblo, que se encuentra a orillas del río Amazonas, es donde el festival tiene mayor tradición y por tanto visitantes.

La traducción literal de Bumba-Meu-Boi es: Pégale al Buey.

La leyenda, en la que se basa el festival, tiene varias versiones, pero la que mas común cuenta que un granjero millonario le regala a su adorada hija su buey favorito. Esta se lo encarga a si fiel capataz Francisco.

La esposa de Francisco, Caterina, esta embarazada y desarrolla un insólito antojo por la lengua del buey. El antojo, llega a ser tan grande que Francisco mata al querido buey para saciar el capricho de su mujer. Cuando se descubre lo acontecido al buey favorito, el granjero se llena de una gran cólera, la cual espanta a Francisco y a su esposa por lo que huyen al bosque. Los nativos son llamados para ayudar en la captura de los fugitivos y no descansan hasta llevar a Francisco ante el granjero, quien sentencia a muerte a los asesinos.

Sin embargo, San Juan aparece en los sueños del granjero y le pide que no los mate. Ante esta oportunidad, Francisco y Caterina, logran, con la ayuda de Curanderos y usando tambores, la mezcla de ritmos adecuada para resucitar al querido buey.

Todo termina en alegría, ya que al ver a su buey preferido, el granjero les perdona la vida.

En Sao Luis, participan muchos grupos llamados sotaque que por medio de diferentes estilos de música y disfraces, hacen o pretenden hacer una representación de la leyenda. Estos grupos son acompañados por diferentes orquestas: sotaque de orquestra, orquestas que incluyen saxofones, trompetas, flautas, bajos y tambores; sotaque de zambomba que incluyen el uso de grandes tambores; y sotaque de matraca, que es un instrumento de percusiones que usa dos maderas, una en cada mano, y se van golpeando. Estas ultimas son muy tradicionales y cuando se juntan cientos de personas golpeando las matracas, al mismo tiempo, se genera un sonido y un ritmo vibrante que se contagia.

Bumba-Meu-Boi

The festival has its origen in the 20th Century. History marks 1913 as the first year the festival took place in the small town of Parantins. The festival is most celebrated in this town, which is located on the edge of the Amazon River.

The literal translation of Bumba-Meu-Boi is Beat the Bull.

The legend, which is the basis of the festival, has various versions, but the most common explains that a rich farmer gives his most prized ox to his daughter as a gift. He entrusts the care of the bull to his ranch hand, Francisco. The wife of Francisco, Caterina, is pregnant and develops a craving for the ox’s tongue. The craving gets so big that Francisco kills the beloved ox in order to satisfy his wife’s craving. When the farmer finds out about what has happened, he is filled with so much rage that Francisco and his wife become scared and flee to the forest. The natives are called to help capture the fugitives and they do not rest until they bring Francisco before the farmer, who sentences the assasins to death.

However, Saint John appears to the farmer in a dream and asks him to spare the lives of Francisco and his wife. Franciso and Caterina take this opportunity to resucitate the beloved ox with the help of a shaman and the beat of drums. Everything ends well as the farmer sees the ox revived and pardons Francisco and Caterina.

In São Luís, many groups called sotaque participate in dances or representations of this legend through different styles of music and costumes. These groups are accompanied by different orchestras: sotaque de orquestra, an orquestra that includes saxaphones, trumpets, flutes, bases and drums; sotaque de zambomba which includes the use of large drums; and sotaque de matraca, which uses a percussive instrument made of two wooden pieces that are held in each hand and beaten together. The matracas are most traditional and when hundreds of people get together to hit these wooden instruments at the same time, it generates a sound and contagious vibrating rhythm.