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El Apartamento, Tour en la Ciudad, La Recoleta, La Boca y La Peña
Para los que me conocen bien, saben que tengo fama de que me siempre me levanto de mal genio. Bueno, pues aunque ustedes no lo crean, la que viaja conmigo, se levanta con un genio peor que el mío. A esto súmenle que había pasado la noche en autobús, traía hambre y hacia frio, pues la Flaca ya era la Fiera.
Así nos bajamos del autobús que nos trajo de Puerto Iguazú a Buenos Aires, el cual llego con hora y media de retraso. Esto significo que perdimos nuestra cita con quien nos entregaría el apartamento, así que decidí que antes de que perdiera el otro brazo, teníamos que comer algo.
Esta fue la comida que nos sirvió para darnos cuenta que todos los sándwiches en Argentina llevan jamón y queso. Podrán traer algo más pero siempre jamón y queso.
Ella con mejor cara y yo completo, salimos de la estación Retiro para coger el Subte, nombre que lleva el metro en Buenos Aires. Teníamos que ir de orilla a orilla de la línea C, siendo nuestra última parada la estación Constitución.
De ahí caminamos unas 6 o 7 cuadras, adentrándonos en el barrio de San Telmo, hasta llegar a la esquina de Caseros y Perú. El edificio que nos albergaría por una semana era el numero 612 sobre Caseros. El edificio, parecía que fue construido en los 70’s con una entrada de mármol negro, la cual nos acogió por una hora mientras llegaba Santiago, el estudiante de fotografía, que nos enseñaría el apartamento y nos entregaría las llaves.
En la estancia del edificio, que lleva color blanco, había una mesa y un gran espejo, este ultimo justo frente al elevador, que como la mayoría o todos aquí en Buenos Aires, son de los que uno tiene que abrir y cerrar las puertas. Subimos al tercer piso y en tomamos el pasillo de la derecha hasta el final donde estaba el apartamento D.
Era un apartamento muy pequeño, que tenía justo lo que necesitábamos, una cocina que solo cabía yo, una estancia con una pequeña mesa, el sofá y la tele, un pasillito llevaba al baño y a la recamara, la cual tenía espacio suficiente para la cama. Pero como dije antes no necesitábamos mas.
Después de recibir todas las instrucciones, firmar el contrato y pagar por nuestra casa por una semana, nos duchamos y salimos al mercado hacer las compras para la cena, el desayuno y los almuerzos.
San Telmo es uno de los barrios mas antiguos de Buenos Aires. Algunos edificios todavía conservan su arquitectura colonial y algunas calles todavía están empedradas. El fin de semana caminaremos por aquí, ya que es cuando los mercados se ponen en la calle.
Acá no hay la gran tienda, como el Ralphs o Soriana, sino las pequeñas tiendas de la esquina donde todo parece mas fresco. No hay manzanas, ni plátanos perfectos y el pollo parece que lo mataron por la mañana. Es la tienda de la cuadra, donde la mayoría de los clientes saludan de tu y comentan, por media hora, el futbol, o la ultima estupidez del gobierno con el de las verduras y la cajera. Es el lugar donde se percibe el sentimiento de barrio.
Después de una cena de pasta y pollo, acompañada de una Quilmes (la cerveza local), buscamos la ubicación del Consulado General de la India en Buenos Aires, ya que Gilius, una de mis hermanas, me había mandado información donde al parecer solo tardaban 72 horas para emitir la visa. Imprimimos la solicitud y preparamos todos los documentos para presentarnos en el Consulado en punto de las 10:00 am, cuando empiezan a recibir aplicaciones.
Teníamos la esperanza de salir del consulado a tiempo (esperando la burocracia hindú en Argentina fuera menos que lo vivido en San Francisco), ya que las 11:00 am queríamos estar frente al Congreso para encontrarnos con Chris y Christiane, una pareja de ingleses que conocimos en la selva Amazónica, y para tomar un tour caminando por la ciudad.
10:35 de la mañana, salimos del edificio Madero donde esta el consulado de India, teniendo que cambiar nuestro plan de viaje, ya que al parecer en vez de 72 horas la visa iba a tardar 96 horas. El Sr. hindú, que me atendió, no de muy buena gana por cierto, y que al parecer hoy tenia muchísimo trabajo con 3 aplicaciones, me dijo que no había manera de tenerlo para el viernes, así que tenia que esperarme hasta el lunes. Dentro de lo malo, lo bueno era que iba a tomar dos meses menos que en el consulado de San Francisco.
A las 11:05 am estábamos frente al edificio del Congreso, en la Plaza del Congreso, o en lo que muchos llaman de manera equivocada, la Plaza de los Dos Congresos. El error viene de que aquí se encuentra el monumento a la Republica donde a su lado descansan dos estatuas que representan la Asamblea del año XIII y al Congreso de Tucumán.
Aquí fue donde nos encontramos el grupo de turistas comandado por Maca, una chica que aunque quisiera no iba a poder parar de hablar. Pero muy buena gente con mucho conocimiento de la ciudad y con poco cariño por la Sra. Kishner (actual presidenta de Argentina).
Este conjunto de plazas, porque además de la Plaza del Congreso, aquí se encuentra la Plaza Mariano Moreno y la Plaza Lorea, fue planeado y terminado para celebrar el centenario de la independencia. En estas plazas se pueden encontrar esculturas como el pensador de Rhodin, el monolito del kilómetro cero y otras estatuas. Después de la explicación completa seguimos nuestro camino tomando la Avenida de Mayo.
En esta avenida nos señalo el Café Tortoni, el cual es famoso porque en el pasado fue una peña donde se reunían escritores (Federico García Lorca, Jorge Luis Borges), compositores (Carlos Gardel), pintores, científicos (Albert Einstein) y en general grandes personalidades. Actualmente es un famoso lugar para tomar el café, ver y escuchar tango y escuchar jazz.
También señalo el Palacio Barolo, edificio construido en 1923. Según nos comenta Maca, su creador tenia gran admiración por la Divina Comedia, por lo que en el diseño se pueden encontrar varias referencias a esta. Nos recomendaron subir luego al faro que tiene hasta arriba, desde donde se tiene una muy buena vista de la ciudad y para conocer mas sobre sus analogías con la obra de Dante Alighieri.
Seguimos por la Avenida de Mayo, cruzamos la 9 de Julio hasta llegar a la plaza de Mayo y la casa Rosada. La plaza de Mayo es muy conocida porque aquí es donde las Madres de Mayo se hicieron famosas por su manifestaciones de protesta contra del régimen militar bajo el cual mucho jóvenes fueron desaparecidos.
Como en muchos países del mundo, Argentina sufrió en los 70’s de un régimen militar en el que ser estudiante y traer el pelo largo eran sinónimo de criminal. Muchos jóvenes fueron secuestrados, torturados y desaparecidos. Las Madres de Mayo se siguen reuniendo cada semana en esta misma plaza, ya que hay muchas que siguen sin conocer cual fue el destino de sus hijos.
Seguimos nuestro tour por la calle Diagonal Norte, hasta llegar a la Plaza de la Republica, donde se encuentra el famoso Obelisco. Terminado en 1936, 31 días después de haberse iniciado su construcción, es un símbolo de la ciudad y es lugar de reunión para muchos. Aquí fue donde termino el tour.
Junto con Chris y Christiane, decidimos seguir una de las recomendaciones de Maca y fuimos a comer a la Pizzería Guerrin. Es un restaurante donde la parte del frente tiene un par de barras para ordenar y comer parado, mientras en la parte posterior tiene mesas para el que tiene mas tiempo y con tranquilidad puede disfrutar de su comida. La pizza muy buena y las empanadas, que fue lo que comió la Flaca, porque no puede comer queso, no se quedan atrás. Se nos hizo extraño que no muchos turistas frecuentan este lugar.
Comidos, perdidos y encontrados, ya que agarramos en dirección contraria por una hora, llegamos al cementerio de la Recoleta. Es un lugar que es como una ciudad abandonada, no por que este descuidado, sino por el tamaño de las tumbas o mas bien los mausoleos, que siendo tan grandes parecen casas. En muchas de ellas descansan los restos de familias enteras, a veces hasta catorce integrantes. Son obras de arte, con un costo que en ocasiones rebasa los 500,000 dólares. Aquí descansan los restos de muchos personajes importantes de la historia Argentina, incluyendo los de Eva Perón.
En el cementerio nos despedimos de Chris y Christiane, (a quien probablemente veremos hasta Nueva Zelanda, ya que como nosotros, también están haciendo un viaje alrededor del mundo y llevan mas o menos un itinerario parecido al nuestro) e iniciamos nuestro camino rumbo a casa.
Paramos en la tienda Disco, que es como un mercado pero bastante fresa. Los clientes tiene la opción de comprar y optar por que se les envíe lo comprado a su casa. Nosotros nos llevamos lo que compramos, mantequilla de maní, que es una de las pocas cosas que puede comer la Flaca y que habíamos estado buscando.
Por la noche decidimos ir a cenar al Hipopótamo. Es un restaurante que como la tienda de la esquina, es el lugar donde todos se conocen, porque todos viven en el barrio. Un restaurante de comida típica Argentina y donde el típico argentino, porteño se reúne con sus amigos y aunque vaya solo sabe que encontrara una cara conocida.
El tercer día en Buenos Aires decidimos ir al barrio de la Boca. El colectivo solo acepta monedas y estas, sorpresivamente, son muy escasas. De hecho nos comentan que existe hasta mercado negro. Para poder subirnos, tuvimos que comprar unas galletas para tener el cambio exacto. En fin tomamos el colectivo, pasamos por una de los templos del futbol, la Bombonera (estadio del Boca Juniors) y nos bajamos en la calle Caminito.
Famosa por sus casas de colores, la calle Caminito esta rodeada de restaurantes que ofrecen show de tango y tiendas de souvenirs. Además de que no faltan los que vestidos como bailadores y bailarinas de tango, ofrecen tomarse una fotografía con los visitantes por una módica cantidad de dinero.
Encontramos también un personaje que tenia un gran parecido a Maradona, el cual igualmente cobraba por la foto. La Flaca decidió mejor tomarle una foto a un pequeño mural en honor al Pelusa, quien debo de decir no es mi persona favorita.
Salimos de este barrio, no sin antes comprar una postal y unos alfajores para tener suficientes monedas para el pasaje, con dirección al centro para comprar una bombita de aire, que me había recomendado Santiago, para limpiar la cámara. En el transcurso decidimos comer nuestro almuerzo frente al obelisco.
Una vez comprado el kit de limpieza, salimos rumbo a Palermo, con una parada en el teatro Colon, que para nuestra mala suerte estaba cerrado y solo pudimos observar su arquitectura exterior. Palermo es un barrio que tiene muchas tiendas y restaurantes de moda. Caminamos por la calle Santa Fe, donde están todas las tiendas y donde nos encontramos a Chris y Christiane, increíble.
Para esta noche habíamos decidido ir a la Peña del Colorado. Las peñas son restaurantes que además de comida ofrece música en vivo y que al terminar el show los asistentes pueden pedir guitarras y cantar en su mesa. Estos lugares nacen de la tradición que tenían los gauchos de reunirse a tocar guitarra y cantar canciones de las pampas. Con la migración de gente del campo a la ciudad esta tradición esta resurgiendo.
El show no empezaba hasta las 9:30 pm, por lo que decidimos adoptar una de las tradiciones argentinas y meternos a una confitería a tomar el café y disfrutar de un pastelillo. Estos lugares están por todos lados; en cada esquina uno encuentra por los menos dos, lo que hace la tentación muy grande y continua. Tienen pasteles, galletas, brownies, alfajores, pies, etc.
A las 9:15 pm llegamos a la peña del Colorado, el show no empezó hasta las 10:00 mas o menos. Pero no nos importo el retraso porque nos dio tiempo de pedir de cenar. Por cierto que yo me comí un choripan que hasta lagrimas me salieron de lo bueno que estaba.
La banda salio, un vocalista, dos guitarristas y uno mas tocando las percusiones fuera los bongos o el cajón. El vocalista anuncio que tocarían una variedad de ritmos, boleros, samba, música peruana y otras. El lugar estaba lleno y desde la primera canción empezó el ambiente.
Para la tercera o cuarta canción, nos dimos cuenta que era el cumpleaños del vocalista y que la mayoría de los presentes eran familiares o amigos. De estos últimos había artistas, pintores, escritores y músicos. Después del intermedio le cantaron feliz cumpleaños al vocalista y este empezó a invitar poco a poco a cada uno de sus amigos para que lo acompañaran tocando algún instrumento en una canción. El lugar tomo mas ambiente y la gente empezó a bailar al ritmo que tocaran.
Para las ultimas canciones el escenario estaba lleno, salieron las maracas, el pandero, mas guitarras, el bajo y todo. El publico si no bailaba, aplaudía. En la penúltima canción el vocalista invito a otro amigo para que recitara un poema. Recito uno de Nicomedes Santa Cruz llamado "America Latina". Al que no lo conozca aquí esta el link: http://www.poema-de-amor.com.ar/mostrar-poema.php?poema=4038
Cuando termino la música platicamos un rato con el que recito el poema, que resulto ser un actor argentino, y tuvimos una interesante conversación sobre la situación en Latino America y la necesidad de vernos como iguales, para poder unirnos y salir adelante.
Fue una noche completa, buena comida, buenos tragos, buena música, platica interesante y muy buen ambiente en un lugar totalmente argentino.
The Apartment, City Tour, La Recoleta, La Boca y La Peña
For those of you who know me well, you know that I’m known to wake up in a bad mood. Well, though you may not believe it, the one traveling with me, wakes up in a worse mood than me. Add to this the fact that we spent the night in a bus, she was hungry and cold, and well La Flaca was “La Fiera” (almost like a wild animal).
This is how we got off the bus that brought us from Puerto Iguazú to Buenos Aires, which arrived about an hour and a half late. This means we missed our appointment with the person who is giving us the keys to the apartment where we are staying, so I decided that before I was going to lose my other arm, we had to eat something.
This was the meal that made us realize that all of the sandwiches in Argentina have ham and cheese. They may have something else as well but they all have ham and cheese.
Jen feeling better and I full, we left the Retiro station to catch the Subte, which is what they call the subway in Buenos Aires. We had to go from one end to the other of line C, with the last stop being the station at Constitución.
From there we walked 6 or 7 blocks, entering into the San Telmo neighborhood, until we reached the corner of Caseros and Perú. The building where we would be staying for the week was #612 on Caseros Street. The building appeared to be constructed in the 70’s with a black marble entrance, which sheltered us for the next hour while we waited for Santiago, a photography student who would show us around the apartment and give us the keys.
In the lobby of the building, which was white, there was a table and a large mirror just opposite from the elevator, the kind that you have to open and close the doors on your own, which is like most elevators here in Buenos Aires. We went up to the third floor and walked down the hallway to the right to the end until we got to Apartment D.
A very small apartment; it had just what we needed, a kitchen where only I could fit, a living room with a small table, sofa, and television, a hallway that took you to the bathroom and a bedroom, which had just enough space for the bed. But like I said, we didn’t need more.
After receiving all the instructions, we signed the contract and paid for our home for the next week, we showered and went out to the market to buy some things for dinner, breakfast and our lunches.
San Telmo is one of the oldest neighborhoods in Buenos Aires. Some of the buildings still preserve the colonial architecture and the streets are still made of cobblestone. We plan to walk around this area more on the weekend, as this is when there are street markets.
Here you won’t find a large grocery store like Ralphs or Soriana, but rather small corner stores where everything seems to be fresher. There aren’t any perfect apples or bananas and the chicken looks like it was killed this morning. It’s the neighborhood store where the majority of the customers greet you and comment for half an hour about soccer or the latest stupidity of the government, with the guy who is selling vegetables or the cashier. It’s a place where you get a real feeling for the neighborhood.
After a dinner of pasta and chicken accompanied by a Quilmes (the local beer), we found where the Indian Consulate was located in Buenos Aires, since Gilia, one of my sisters, had sent me information that it should only take 72 hours to get the visa from this consulate. We printed the application and prepared the documents to be ready and at the consulate at 10:00 am sharp, when they start receiving applications.
We were hoping to leave the consulate in time (expecting that the bureaucracy in the Indian consulate of Argentina would be less that what we experienced in San Francisco), as we wanted to be in front of the Congress building at 11:00 am to meet Chris and Christiane, an English couple we had met in the Amazon jungle, for a walking tour of the city.
10:35 in the morning, we left the Madero building where the Indian consulate is located, having to change our plans a bit, since it seemed that rather than taking 72 hours for the visa it was going to take 96 hours. The man who assisted me, who didn’t seem that interested honestly, and who appeared to have a lot of work today with 3 applications, told me that there was no way to have it by Friday, so I would have to wait until Monday. The good thing was that it was going to take 2 months less than in the consulate in San Francisco.
At 11:05 am we were in front of the Congress building, in the Plaza del Congreso, or in what many mistakenly call the Plaza de los Dos Congresos (Two Congresses). The error comes from the fact that here you find the monument to the Republic where by its side are two statues that represent the Assembly of 1300 and the Congress of Tucumán.
Here is where we found a group of tourists led by Maca, an Argentine girl who even if she wanted to she was not going to be able to stop talking. But she was a very nice girl, with a lot of knowledge of the city and not very fond of President Kishner (the current president of Argentina).
This group of plazas, because in addition to the Plaza del Congreso, here you also find the Plaza Mariano Moreno and the Plaza Lorea, was planned and finished to celebrate the 100th anniversary of independence. In these plazas you can find sculptures like the Thinker of Rhodin, a stone marker indicating kilometer 0 from which all the roads are measured, and other statues. After the complete explanation we continued down the Avenida de Mayo.
On this main avenue, we were shown Café Tortoni, famous because in the past it was a place where writers (Federico García Lorca, Jorge Luis Borges) composers (Carlos Gardel), painters, scientists (Albert Einstein) and other important personalities would come together. It now is famous with tourists for drinking coffee, watching and listening to tango and listening to jazz.
We were also shown the Barolo Palace, a building constructed in 1923. According to Maca, the architect of this building had great admiration for the Divine Comedy, so in the design you can find references to it. She recommended that we later go to the top to the lighthouse where there is a great view of the city and also to learn more about the analogies with the work of Dante Alighieri.
We continued along Avenida de Mayo, crossing the 9 de Julio (another main road), to the Plaza de Mayo and the Casa Rosada. The Plaza de Mayo is known as the place where the Madres of Mayo (Mothers of May) became famous for their demonstrations of protest against the military regime under which many young people disappeared.
Like in many countries, Argentina suffered a military regime in the 70’s where being a student and having long hair was synonymous with being a criminal. Many young people were kidnapped, tortured and went missing. The Mothers of May continue gathering each week in this plaza, as many of them still don’t know the fate of their children.
We continued our tour along the street, Diagonal Norte, until we reached the Plaza de la Republica where the famous Obelisk is located. Finished in 1936, 31 days after construction began, it has become the symbol of the city and a place where many come together. This is where our tour ended.
Together with Chris and Christiane, we decided to follow one of Maca’s recommendations and we went to eat at Pizzería Guerrin. This is a restaurant where the front part has a few counters to order and eat standing, while the back part has tables for those that have more time to enjoy their food. The pizza was very good, and the empanadas, which La Flaca ate since she can’t have cheese, were not far behind. It was strange to us that not many tourists were here.
Full, lost, and found, since at first we had taken the wrong direction for about an hour, we arrived to the cemetery in the part of the city called Recoleta. The cemetery was like an abandoned city, not because it was run down, but because of the size of the tombs or mausoleums, which were so large, they were like houses. In many of them lie entire families, sometimes up to 14 people. They are works of art with a cost of more than $500,000 on occasion. Many important people from Argentine history were resting here, including Eva Perón.
We said goodbye to Chris and Christiane at the cemetery, (whom we’ll probably see next in New Zealand, since like us they are also traveling around the world and they have a similar itinerary) and we started on our way home.
We stopped at the store Disco, which is an upper scale market. The customers have the options of buying and having their purchases sent directly to their home. We carried our purchases home, including peanut butter, which is one of the few things that La Flaca can eat and that we have been looking for.
At night we decided to eat dinner at el Hipopótamo, a restaurant, which like the corner store, was a place where everyone knew each other, because everyone was from the neighborhood. It was a typical Argentine restaurant where the typical Argentine “porteño” met with friends and although he may arrive alone, knew he would find a familiar face.
We decided to go to the neighborhood of La Boca on our third day in Buenos Aires. The bus only accepts coins, which are surprisingly very scarce. We actually were told that there is even a black market for coins. To be able to get on the bus, we had to buy some cookies in order to have the correct change. We finally got on the bus and passed by one of the cathedrals of soccer, La Bombonera (the stadium of the famous Boca Juniors) and we got off on the street called El Caminito.
Famous for its colored houses, El Caminito is surrounded by restaurants that offer tango shows and stores with souvenirs. In addition there are those dressed as tango dancers who offer to have their picture taken with the tourists for a small amount of money.
We also came across a character that looked a lot like Maradona, who also charged for pictures. La Flaca decided instead to take a photo of a small mural in honor of “el Pelusa,” whom I should say is not my favorite person.
We left this neighborhood, but not before buying a postcard and some alfajores (typical pastries) in order to have enough coins for the bus, towards downtown to buy a tool that Santiago had recommended for cleaning the camera. On the way, we decided to eat our lunch in front of the Obelisk.
Once we bought the cleaning kit for the camera, we were on our way to Palermo, with a stop at the Teatro Colon, which to our bad luck was closed and we could only appreciate the exterior architecture. Palermo is a neighborhood with a lot of popular stores and restaurants. We walked along the street called Santa Fe, where all the stores are and we ran into Chris and Christiane, incredible.
Tonight we had decided to go to the Peña del Colorado. Peñas are restaurants where in addition to food, they offer live music and once the show is finished, the audience can ask for guitars and sing at their tables. These places were born out of a tradition that the gauchos (Argentine cowboy) had of coming together to play the guitar and sing songs about the grasslands. With the migration of people from the country to the city, this tradition has resurged.
The show didn’t start until 9:30 pm, so we decided to adopt one of the Argentine traditions of going into a confitería (pastry shop) for coffee and to enjoy a pastry. These places are everywhere; on each corner you can find at least two, which creates a large and continual temptation. They have pastries, cookies, brownies, alfajores, pies, etc.
At 9:15 pm, we arrived to the Peña del Colorado, although the show didn’t start until about 10:00. But we didn’t mind the delay because it gave us time to order dinner, and by the way I had a choripan (Argentine chorizo sandwich) that was so good tears came out of my eyes.
The band came out, a vocalist, two guitarists and a percussionist who played the bongos and cajón. The vocalist announced that they would play a variety of rhythms, boleros, samba, Peruvian music and more. The place was full and from the first song there was a good vibe.
By the third or fourth song, we realized that it was the vocalist’s birthday and most of the people present were his family and friends. Among his friends were artists, painters, writers, and other musicians. After the intermission they sang him Happy Birthday and he began inviting his friends up one by one to accompany him by playing an instrument. The energy rose and people began dancing to the rhythms they played.
For the last few songs, the floor was filled and the maracas, tambourine, more guitars, and the base came out. If the audience wasn’t dancing, they were applauding. In the second to last song, the vocalist invited a friend up to recite a poem. He recited one by Nicomedes Santa Cruz called "America Latina". For those of you who are unfamiliar with it, here is the link (sorry we couldn't find it in English): http://www.poema-de-amor.com.ar/mostrar-poema.php?poema=4038
When the music stopped, we talked for a while with the guy who recited the poem. He turned out to be an Argentine actor and we had an interesting conversation with him about the situation of Latin America and the necessity to see each other as equals, in order to unite and succeed.
It was a complete night, good food, good drinks, good music, interesting conversation and a very good vibe in a totally (authentic) Argentine place.
Disfruto mucho el Blog
ReplyDeleteJuan y Jen, que maravilla que nos dejen acompañarlos y gozar de ese maravilloso viaje!!! Sobre todo a los viejitos que ya no iremos nunca. Eso de comerse un CHORIPAN, oyendo un tango y viéndolo bailar, debe ser ORGASMICO......GUAU.....
ReplyDeleteLos queremos y estamos felices de que Jen esté bien. Cuídense y un beso grande a los dos. Cheché
Me encantó el blog!!!
ReplyDeleteSe lo mostraré a mi hermana que casi no conoce la ciudad, y se va a venir a vivir un mes a un alquiler temporario en Palermo, así que le va a encantar
divinas las fotos!!
Gracias por compartirlo :)
un saludo!!!!
que bueno que hayan vuelto a Bs As! que envidia! yo ya voy ahora en diciembre a hervirme de calor! Besos!!!
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