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Las Cataratas de Iguazu y la Final del Mundial
Aterrizamos en Foz do Iguaçu, punto geográfico donde colindan los países de Brasil, Argentina y Paraguay. Nosotros decidimos cruzar la frontera hacia Puerto Iguazú (Argentina), por dos razones, es más barato que Brasil y el lado Argentino es mejor, desde el punto de vista de muchos viajeros, para disfrutar de las cascadas.
Después de cruzar la frontera y registrarnos en la hostería donde dormiremos, salimos buscando un cajero automático y con la intención de comer en una parrilla, como se le conoce a los restaurantes que sirven comida tradicional Argentina, ósea cortes de carne asados.
Tres cajeros visitados, medio pueblo recorrido, media vaca y un cuarto de pollo después, empezamos nuestro regreso a la hostería. Algo que ya no es muy común en México y Estados Unidos, pero por lo vivido en este mes sigue siendo común acá, es que muchos de los cajeros automáticos solo aceptan tarjetas de debito del banco dueño. Es por eso que tuvimos que ir a tres bancos diferentes hasta que encontramos uno que tenía un cajero compatible con VISA.
Por la mañana salimos temprano, fuimos al mercado para comprar algo para almorzar y tomamos rumbo hacia el parque que alberga las cascadas. Desde anoche habíamos revisado el clima, ya que habíamos escuchado que iba a llover. Confirmamos que la lluvia venia, pero al parecer por la tarde, así que decidimos irnos temprano para evitar la lluvia y regresar a tiempo para ver la final del mundial.
De Puerto Iguazú, el colectivo tarda unos 45 minutos en llegar y conforme se va acercando se va llenando de turistas y personas que trabajan en el parque. Al bajar del transporte notamos que la lluvia llegaría antes de la tarde.
Designados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Parque Nacional Iguazú (lado Argentino) y el Parque Nacional do Iguaçu (lado Brasileño), separados por el río Iguazú, integran la más importante continuidad biológica de América del Sur con más de 600 mil hectáreas de áreas protegidas y otras 400 mil hectáreas de bosques naturales.
Entramos al parque y decidimos hacer la sección llamada la Garganta del Diablo nuestra primera parada. Para llegar a esta es necesario tomar el tren ya sea en la estación Central o en la estación Cataratas. Como había una fila larguísima en ambas estaciones decidimos hacer el recorrido caminando.
Después de unos 45 minutos de caminar por un camino de tierra, encontramos los puentes que acercan al público a la Garganta del Diablo. Los puentes van por encima del río y de la flora. Al irnos acercando, la brisa, generada por la caída de agua, empieza a sentirse, además el rugir de las agua iba subiendo de volumen.
Al llegar, hay que esperar un poco para tener un buen lugar para ver, ya que hay bastante gente, pero la espera vale la pena. La vista es increíble, y el sentimineto generado por estar tan cerca del salto que mide 150 metros de longitud, y por donde miles de litros de agua están cayendo una distancia 80 mts, es increible. El rugir del agua y la brisa hacen que la adrenalina suba.
Estuvimos ahí varios minutos disfrutando de la vibra que crea este lugar y después iniciamos nuestro camino de regreso. Al irnos alejando de la Garganta del Diablo notamos que la brisa no paraba y era porque la lluvia nos había alcanzado antes de tiempo.
Esta vez tomamos el tren de regreso a la estación Cataratas para de ahí iniciar el recorrido hacia los otros dos circuitos, el menor y mayor, desde donde se pueden apreciar las cascadas desde otros ángulos. El circuito mayor, permite una vista desde la parte superior de las cascadas. Mientras que en el circuito menor, que es más largo, uno puede apreciar las cascadas de abajo hacia arriba.
Justo cuando decidimos iniciar nuestro camino de salida, después de haber recorrido casi todo el parque, la lluvia decidió parar y el sol salir. La Flaca no podía creerlo.
Regresamos a Puerto Iguazú a tiempo para sufrir con la final del mundial en un pequeño restaurante donde todos apoyábamos a España, y donde el grito de gol y las expresiones de júbilo, que estuvimos acumulando por más de 100 minutos de partido, explotaron al unísono al caer el gol de Iniesta.
Para mi sorpresa y para orgullo de José (papa de la Flaca), la Flaca, no solo no se durmió durante el partido, sino que para el final ya sabía el nombre de casi todos los jugadores de España y podía reconocer a mas de 5 por su nombre.
Acabo el futbol, la Copa del Mundo, un nuevo campeón, felicidades a todo ESPAÑA!!!! Ahora vienen otros cuatro años de espera, para que esta fiesta deportiva, que une al mundo, vuelva y por un mes todos los amantes del futbol olvidemos las penas laborales, económicas y todas las otras que no están relacionadas al futbol.
A las 7:30 sale nuestro camión hacia Buenos Aires.
Iguazu Falls and the World Cup Final
We landed in Fos de Iguaçu, the geographic point where the countries of Brazil, Argentina and Paraguay come together. We decided to cross the border to Puerto Iguazú (Argentina) right way, which is the next country we will visit, for two reasons, it is cheaper than Brazil and the Argentine side is better, from the point of view of many travelers, for enjoying the waterfalls.
After crossing the border and checking into our hostel where we would sleep, we went out in search of an ATM with the intention of eating at a parilla, a restaurant where they serve traditional Argentine food such as grilled meat.
After visiting three ATMs, walking through half of the town, eating half a cow and a quarter of a chicken, we made our way back to the hostel. Something that is uncommon in Mexico and the United States, but what seems to be common here after being here this month, is that many of the ATMs don’t accept debit cards that are not from the banks here. This is why we had to go to three different banks until we found one that had an ATM compatible with VISA.
We left early in the morning to the market to buy something for lunch and headed to the park with the waterfalls. Last night we reviewed the weather forecast since we had heard it was supposed to rain. We confirmed that the rain was coming, but it didn’t appear to be forecasted to arrive until the afternoon, so we decided to leave early to avoid the rain and return in time to watch the final game of the World Cup.
From Puerto Iguazu, the bus took about 45 minutes to arrive and as we approached, the bus started to fill up with tourists and people who work in the park. As we got off the bus we noted that the rain would come sooner than the afternoon.
Designated as UNESCO World Heritage Sites, the National Park of Iguazú (Argentine side) and the National Park of Iguaçu (Brazilian side), separated by the Iguazú River, make up the most important biological reserve in South America with more than 600,000 hectares of protected area and another 400,000 hectares of forest.
We entered the park and decided to make the section of the falls called the Devil’s Throat our first stop. To get there it’s necessary to take a train at either the Central station or Cataratas station. Since there was a very long line for the train in both stations we decided to walk.
After about 45 minutes walking down a dirt road, we found the bridges that take you to the Devil’s Throat. The bridges go over the river and vegetation. As we got closer, we started to feel the mist generated by the waterfall, and heard the roar of the water getting louder.
Upon arrival one has to wait a little to get a good spot to see, since there are so many people, but the wait is worth it. The view is incredible, but the feeling generated by being so close to a drop measuring 150 meters in length, and where thousands of liters of water are falling a distance of 80 meters, is amazing. The roar of the water, and the mist make your adrenaline rise.
We were there for some time enjoying the vibe that this place creates and then we started our journey back. As we got further away from the Devil’s Throat we noticed that the mist didn’t let up because the rain had caught up to us.
This time we took the train back to the station so from there we could start towards the other two circuits, the upper and lower circuits, from which you can appreciate the waterfalls from other angles. The upper circuit allows you to view the falls from above, while the lower circuit, which is longer, allows you to appreciate the falls from below looking up.
Just when we decided to head toward the exit, after walking through most of the park, the rain decided to stop and the sun came out. La Flaca could not believe it.
We returned to Puerto Iguazú in time to suffer through the final game of the World Cup in a small restaurant where everyone was supporting Spain, and where the yell of GOAL and the expressions of joy, which had been building up for more than 100 minutes of the game, exploded in unison when Iniesta made a goal.
To my surprise and to make José proud (Jen’s dad), La Flaca, not only did not fall asleep during the game, but by the end she knew the names of almost all the players on the Spanish team and could recognize at least 5 by name.
Soccer had ended; the World Cup had ended, a new champion, congratulations to all of SPAIN!!!! Now come four more years of waiting, so that this sports party, that unites the world, will return and for one month all the soccer fans forget about their work problems, economic problems, and all the others that are not related to soccer.
At 7:30 our bus leaves for Buenos Aires.
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