Las Cuevas Waitomo
Nuestra siguiente parada fue en las Cuevas Waitomo, que son famosas por los gusanos luminosos que las habitan.
Salimos de Taupo y la carretera nos llevo justo al lado del río Waikato, un paisaje increíble; decidimos parar a tomar algunos fotos.
Aunque mas adelante nos alejamos del río, el paisaje siguió siendo muy bonito; el verde brillante de las colinas no dejaba de sorprendernos.
Este día fue cuando me di cuenta que el paisaje que vamos dejando atrás es tan impactante como el de adelante.
Llegamos a las cuevas un poco después del medio día. Después de ver las opciones de los diferentes tours, decidimos hacer el tour de dos de las tres cuevas. La opción de hacer rafting en las cuevas, que era la que yo quería, estaba cerrada por que el nivel de agua era muy alto debido a las fuertes lluvias de los últimos días. Compramos las entradas y esperamos a que empezara el tour. Junto con nosotros venia una pareja de españoles.
La primera cueva que visitamos fue la Cueva Ruakuri que tiene una entrada en espiral por la que fuimos descendiendo hasta llegar al pasillo principal en donde encontramos formaciones rocosas y estalactitas con miles de años de antigüedad.
Vimos las estalactitas regulares, que son de forma cónica, y algunas otras que son como olanes, delgadas y curvas.
Algunas formaciones rocosas parecen corales, prueba de que todo esto estaba sumergido bajo el océano.
Poco a poco fuimos adentrándonos mas en la cueva; el pasillo se hacia ancho y angosto y en algunas secciones podíamos escuchar el río subterráneo. En una parte del recorrido, el guía apago todas las luces y pudimos tener nuestro primer encuentro con los gusanos luminosos.
Estos gusanos, que en realidad son larvas en el proceso de convertirse en polillas, generan esta luz para atraer otros insectos que les sirven como alimento. Los gusanos sueltan como un hilo que cuelga del techo y que es pegajoso como telaraña; aquí es donde atrapa a sus presas.
El tour continuo y seguimos asombrándonos con las estalactitas. Llegamos a varias cámaras que se han formado por la erosión de los arroyos subterráneos sobre las paredes de la cueva.
La segunda cueva que visitamos fue la Cueva Waitomo de Gusanos-Luminosos (Waitomo Glowworm Cave) que es donde esta la mayor concentración de estos gusanos. Descendimos por un pasillo hasta una cámara muy grande y con techo muy alto llamada La Catedral. Totalmente iluminada no imaginábamos que estábamos rodeados de gusanos luminosos. Cuando el guía apago la luz, fue como estar en el espacio, con miles de estrellas rodeándonos.
El recorrido de esta segunda cueva incluía un recorrido en balsa por una sección completamente obscura y donde nos quedamos boquiabiertos por la cantidad de gusanos luminosos. Estaban por todos lados, en el techo, paredes; adonde volteáramos había cientos de luces. Fue lo mejor de nuestra visita a esta cueva.
No pudimos tomar fotos por la obscuridad del lugar, pero entren al sitio de Internet del lugar para que vean algunas fotos. (www.waitomo.com)
Salimos de las cuevas en busca de nuestro Holiday Park para pasar la noche. Mañana tenemos un día largo de carretera, como unas ocho horas; nuestro destino la capital de Nueva Zelanda.
The Waitomo Caves
Our next stop was the Waitomo Caves, which are famous for the glowworms that live inside them.
We left Taupo and the road took us right along the side of the Waikato River, an incredible landscape; we decided to stop and take some photos.
Although further ahead we left behind the river, the landscape continued to be very pretty; the bright green hills didn’t fail to surprise us.
Today I realized that the scenery we are leaving behind is just as impactful as that which lies ahead.
We arrived to the caves a little after Noon. After seeing the options of different tours, we decided to take a tour of two of the three caves. The option of rafting in the caves, which is what I had wanted, was closed due to the high level of water as a result of the heavy rain in the past few days. We bought our entrance tickets and waited for the tour to begin. A Spanish couple joined us.
The first cave we visited was the Ruakuri Cave which has a spiral entrance that we descended until we reached the principal passageway where we found rock formations and stalactites that were thousands of years old.
We saw regular stalactites, which are shaped like cones, and others that are like ruffles, thin and curvy.
Some of the rock formations look like corals, proof that all of this was submerged under the ocean.
Little by little we went deeper into the cave; the passageway became wider and then narrow and in some sections we could hear the river underground. In one place along the route, the guide turned out the lights and we were able to have our first encounter with the glowworms.
These worms, which in reality are larvae in the process of converting into moths, generate this light to attract other insects that will serve as their food. The worms release something like a thread from the ceiling and it is sticky like a spider web; here is where they trap their prey.
The tour continued and we remained in awe of the stalactites. We arrived to various chambers that have formed due to erosion from the waterways underground that pass through the walls of the cave.
The second cave we visited was the Waitomo Glowworm Cave which is the where the majority of glowworms are concentrated. We descended through a passageway until we reached a very large chamber with a very high ceiling called The Cathedral. Totally lit up we didn’t imagine that we were surrounded by glowworms. When the guide turned out the light, it was like being in space, with thousands of stars surrounding us.
The journey through this second cave included a ride on a boat through a section that was completely dark and where our jaws dropped due to the quantity of glowworms. They were everywhere, on the ceiling, walls; wherever we turned there were hundreds of lights. It was the best part of our visit to this cave.
We couldn’t take photos due to the darkness of this place, but if you enter the website you can see photos. (www.waitomo.com)
We left the caves in search of our Holiday Park to spend the night. Tomorrow we have a long day on the road, about eight hours; our destination is the capital of New Zealand.
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