Wednesday, February 23, 2011

India - Amritsar


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Amritsar

A las seis con treinta minutos de la mañana, el Sr. Rana había llegado para irnos hacia Amritsar. La ciudad está localizada en la provincia de Punjab y que hace frontera con Pakistán. Los tres, Ivonne, la Flaca, y yo, con cara de dormidos, abordamos el coche. Todavía se escuchaban fuegos artificiales, esporádicamente, a los lejos.

El recorrido era largo y si las carreteras eran como las calles de la ciudad, me refiere a desorganización total, el día iba a ser bastante largo. Sorpresivamente, al dejar Delhi, encontramos que la carretera es de cuatro carriles (dos de ida y dos de regreso). Pensamos que a lo mejor no iba a estar tan mal la cosa, pero no nos tardamos mucho en darnos cuenta que ninguno de los pasos a desnivel está terminado y cada vez que llegamos a uno, había tráfico. Nueve horas más tarde llegamos a Amritsar.

Nuestra primera parada era la frontera con Pakistán. Todos los días alrededor de las cuatro y treinta de la tarde, se lleva a cabo la ceremonia de bajar las banderas (flags down ceremony), que simboliza el cierre de la frontera por ese día.

Sin siquiera haberse estacionado, el Sr. Rana nos dijo bájense y empiecen a caminar en esa dirección, señalando con su mano la dirección que teníamos que tomar. Nos bajamos del coche y empezamos a caminar. Había muchos coches, camiones, y mucha, mucha gente. Al principio pensé que como la frontera iba a cerrar, muchos querían cruzar en el último minuto. En el camino había policías y soldados revisando gente y hasta separaban a hombres de mujeres, para que mujeres soldado pudieran revisar a las mujeres. El ser extranjeros ayudo, ya que nos dejaron pasar más rápido y más cerca de la frontera.

Al ir caminando empezamos escuchar muchos gritos, como de gente echando porras, como si estuviéramos en un estadio y es que tan pronto llegamos hasta el frente, nos dimos cuenta que esto era como un partido de futbol o criquet entre India y Pakistán. Para el que no sepa, cada vez que se enfrentan estas dos naciones en algún deporte es como que jugaran Chivas vs. América, el Real Madrid vs. Barcelona, los Vaqueros de Dallas vs. Pittsburgh, pero multiplicado por cien.

Con la quijada en el suelo, de lo sorprendido que estábamos, encontramos un lugar en las gradas, porque hay gradas de cada lado de la calle que une las dos naciones. Estábamos sentados a unos cincuenta metros de la reja que es la frontera. Había unas cinco mil personas del lado hindú y una cantidad muy similar del lado pakistaní. Ambos lados con banderas, porras y gritos de aliento para su país. La única diferencia es que del lado pakistaní, los hombres y las mujeres están separados y estas últimas están cubiertas de pies a cabeza, siguiendo con sus tradiciones.


Parados en ambos lados de la reja había dos soldados, además otro grupo de soldados que marchaban con mucho orgullo y mucho entusiasmo, levantando sus pies hasta la altura de la cabeza, iban de un lado a otro de la calle, sin cruzar la reja. Lo mismo o algo parecido a lo que pasa en el lado hindú, pasa en el lado pakistaní. En cierto momento, dos de los soldados que van y vienen, empiezan a bajar las banderas y al final, sorpresivamente, se abre la reja y un soldado hindú y uno pakistaní se dan la mano. Cuando la ceremonia ha terminado, abren parte de la calle entre las gradas y la gente corre hasta el punto más cercano a la reja para gritar porras y hondear sus banderas lo más cerca del país vecino.


Fue una experiencia increíble, que nunca imaginamos; la verdad siento que mis palabras no son suficientes para transmitir la pasión y energía que se siente cuando uno está en medio de todo.

Lo que más me sorprendió, fue el que los soldados de ambos países se dieran la mano, ya que desde el punto de vista político, estos dos países han tenido y tienen muchos problemas. Desde que la ONU y los británicos decidieron crear esta frontera en 1947 (evento que causo la muerte de cientos de miles de personas y dividió miles de familias), ha habido guerras, conatos de guerra, y otros conflictos que han afectado esta zona.

De camino al hotel, no podíamos dejar de hablar de la ceremonia. Es increíble que se lleve a cabo todos los días y tanta gente asista. Según el Sr. Rana, hoy no había tanta gente.

A la mañana siguiente fuimos al Templo Dorado (Golden Temple). Este templo es uno de los lugares más importantes para los sikhs, ya que es un lugar a donde ellos hacen su peregrinaje anual. Todos los días hay miles de personas visitándolo y hoy por ser domingo, hay más.

Todos los visitantes, hombres o mujeres, se tienen que tapar la cabeza y además de quitarse los zapatos, lavarse los pies antes de entrar. Nosotros, respetando las tradiciones, hicimos todo lo anterior y entramos al templo.

Una vez que subimos las escaleras y cruzamos las puertas, entendimos que el Templo Dorado, es el templo que está adentro con fachada de oro y rodeado por un estanque cuadrado. El templo está en el centro del estanque y se puede entra vía un puente. Era temprano por la mañana y había un poco de bruma, por lo que la luz le daba un aspecto mágico.


La mayoría de la gente entra y poco a poco va caminado alrededor del templo, sin embrago, muchos se meten al estanque (ya que se cree que el agua es sagrada) y otros buscan un lugar donde sentarse a orar y llenarse de la paz y energía que genera este lugar.


Alrededor del templo hay algunos otros templos en los que se puede orar y también donde se llevan a cabo sermones y algunos cánticos.

Al ir dando la vuelta, muchas personas se acercaban a nosotros para pedirnos que nos tomáramos una foto con ellos, la Flaca siendo la más solicitada. Fue aquí donde decidió solo se iba tomar fotos con niños o mujeres. No más fotos con hombres, hay unos que están un poco escalofriante. Una chica se acerco con Ivonne y le pidió que se tomara una foto con su familia. Yo fui a tomarles la foto y tome una con mi cámara. Cuando la vi, me di cuenta que Ivonne bien podría ser un miembro de la familia de la chica hindú, y es que muchos hindús podrían pasar por mexicanos y viceversa. De hecho, desde que estábamos en Darjeeling, a Ivonne le han preguntado de qué parte de India es y muchos no le creen que nos sea, ni tenga ancestros de esta región. Esto es cuando el Sr. Rana empezó a llamarla Sra. Punjab.


Cuando llegamos al puente de acceso al Templo Dorado, había una línea de miedo, pero ya estábamos ahí, no queríamos perder la oportunidad de verlo por dentro, así que nos formamos. El calor empezó a incrementar y entre la multitud de la fila, la Flaca no podía respirar muy bien, así que decidió salirse y esperarnos. Alrededor de una hora y media más tarde, logramos entrar al templo.


En el primer piso, había un granthi leyendo, micrófono, fragmentos de algún libro sagrado y había muchísima gente sentada afuera y adentro escuchándolo y rezando. El segundo piso, tiene balcones con arcos desde donde se ve el interior del primer piso. En una sección del segundo piso, estaba otro hombre orando, este en silencio. La gente que iba pasando a su alrededor le dejaba ofrendas, principalmente, económicas.

Todo el templo es de oro y todas las paredes y todo el techo está grabado con pasajes e ilustraciones de escrituras sagradas. Es un lugar inimaginable; desgraciadamente no se puede tomar fotos del interior.

Nos encontramos con la Flaca, terminamos de dar la vuelta al templo, y salimos para buscar al Sr. Rana e iniciar nuestro regreso a Delhi. Sin lugar a dudas, el Templo Dorado ha sido uno de mis lugares favoritos de India.


Amritsar

At six thirty in the morning, Mr. Rana had arrived to take us to Amritsar. The city is located in the province of Punjab sharing a border with Pakistan. The three of us, Ivonne, la Flaca, and me, with sleepy faces, got into the car. You could still hear fireworks, sporadically, far away.

The journey was long and if the highway was like the streets of the city, I am referring to the complete disorganization, the day was going to be quite long. Surprisingly, upon leaving Delhi, we came across a highway with four lanes (two one way and two the other). We thought that perhaps it wasn’t going to be very bad, but it didn’t take long to realize that none of the overpasses were finished and each time we reached one, there was traffic. Nine hours later we arrived to Amritsar.

Our first stop was the border with Pakistan. Every day at about four thirty in the afternoon, the flags down ceremony takes place, which symbolizes the closing of the border for that day.

Without even parking, Mr. Rana told us to get out of the car and to begin walking in that direction, signaling with his hand where we should go. We got out of the car and began to walk. There were a lot of cars, buses, and a lot, I mean a lot, of people. At first I thought that since the border was going to close, many of them wanted to cross at the last minute. On the way there were police officers and soldiers searching people and separating men from women, so the women soldiers could search the women. Being a foreigner helped, since they let us by more quickly and allowed us to get closer to the border.

As we walked, we began to hear a lot of yelling, like people who were cheering, as if we were in a stadium and as soon as we arrived to the border, we realized that this was like a soccer or cricket game between India and Pakistan. For those of you who don’t know, each time these two countries face each other in a sport, it’s like Chivas are playing against América, Real Madrid vs. Barcelona, the Dallas Cowboys vs. the Pittsburgh Steelers, but multiplied by one hundred.

With our jaws on the floor, due to our surprise, we found a place in the bleachers, because there are bleachers on each side of the street that unites the two nations. We were seated about fifty meters from the fence that is the border. There were about five thousand people on the Indian side and a very similar amount on the Pakistani side. Both sides with flags, cheers and singing for their country. The only difference was that on the Pakistani side, the men and women were separated and the women were covered from head to toe, following their traditions.


Standing on each side of the fence were soldiers, in addition to another group of soldiers that were marching very proudly and with a lot of enthusiasm, lifting their feet up to the height of their head, going from one side of the street to the other, without crossing the fence. The same or something similar to what happens on the Indian side happens on the Pakistani side. At one moment, two of the soldiers that come and go, begin to bring the flag down and at the end, surprisingly, the gate is opened and one Indian soldier shakes hands with a Pakistani soldier. When the ceremony has finished, they open the part of the street between the bleachers and the people run close to the fence to cheer and wave their flags as close to the neighboring country as possible.


It was an incredible experience, which we had never imagined; the truth is I don’t think my words are sufficient to relay the passion and energy that one feels when he or she is in the middle of everything.

What surprised me the most, was that a soldier from each side shook hands with the other, since from a political standpoint, these two countries have had and still have so many problems. After the UN and the British decided to create this border in 1947 (an event that caused the death of hundreds of thousands of people and divided thousands of families), there have been wars, threats of war, and other conflicts that have affected this area.

On the way to the hotel, we couldn’t stop talking about the ceremony. It is incredible that it takes place every day and so many people attend. According to Mr. Rana, today there were not that many people.

The next morning we went to the Golden Temple. This temple is one of the most important places for Sikhs, since it is the place where they make their annual pilgrimage. Every day there are thousands of people visiting it and since today was Sunday, there are more.

All of the visitors, men and women, need to cover their head and in addition to taking off their shoes, wash their feet before entering. We, respecting the traditions, did all of this and entered the temple.

Once we had climbed the steps and passed through the doors, we learned the Golden Temple is the temple that is inside with a gold façade and surrounded by a square pond. The temple is at the center of the pond and you can enter via a bridge. It was early in the morning and there was a little bit of haze that gave it a magical feeling.


The majority of the people enter and little by little walk around the temple, however, many of them get into the pond (since they believe the water is sacred) and others find a place to sit and pray and fill their hearts with the peace and energy that this place generates.


Around the temple are many other temples in which you may pray and also where sermons and some chanting take place.

As we walked around, many people approached us and asked to take a photo with us, the most sought after being la Flaca. This is when we decided that we were only going to take photos with children or women. No more photos with men, there are some that are a little creepy. One girl approached Ivonne and asked if she would take a photo with her family. I went to take their photo and took one with my camera as well. When I looked at it, I realized that Ivonne could have been a member of the family of this Indian girl, and many Indians can pass for Mexicans and vice versa. Actually, from the time we were in Darjeeling, many have asked Ivonne from which part of India was she and many don’t believe her when she says she isn’t, and doesn’t even have ancestors from this region. This is when Mr. Rana began to call her Mrs. Punjab.


When we arrived to the bridge where you can access the Golden Temple, there was a frightening line, but we were already here, we didn’t want to lose the opportunity to see it from the inside, so we got in line. The heat began to rise and among the multitude of people, la Flaca had trouble breathing, so she decided to get out of line and wait for us. About an hour and a half later, we were able to enter the temple.


On the first floor, there was a granthi reading, a microphone, fragments of a sacred book and there were a ton of people sitting outside and inside listening and praying. On the second floor, there were balconies with arches from where you could see the interior of the first floor. In one section of the second floor, there was another man praying, this one in silence. The people that were passing by him gave him offerings, primarily monetary.

The entire temple is made of gold and all of the walls and the ceiling are engraved with passages and illustrations of sacred scripture. It is an unimaginable place; unfortunately you cannot take photos of the inside.

We found la Flaca, finished walking around the temple, and went out to find Mr. Rana and begin our journey back to Delhi. Without a doubt, the Golden Temple was one of my favorite places in India.

1 comment:

  1. It is a wonderful post by your end, where every line is so much on the detailed and informational. Thanks and keep sharing your thought with all.

    Wedding Hall Amritsar

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